Fuentes de Béjar volverá a acoger el domingo 3 de julio una edición más del Desafío BTT Fuenterrico, una carrera ciclista de dos distancias (32 y 56 kilómetros) para bicicleta de montaña y bicicleta eléctrica de montaña.
El principal cambio se centra en la modificación de los dos recorridos, con la idea de incrementar el atractivo de la prueba. La marcha corta se ha fijado en 32 km con un nivel de dificultad baja (inferior al del año pasado) con el objetivo de que cualquier persona pueda completar el recorrido sin problemas en una zona que le sorprenderá por sus diferencias paisajísticas. En cambio, la carrera estrella se alarga hasta 56 km y aumenta su nivel a dificultad media-alta.
Los nuevos recorridos transitan por los caminos rurales que unen los pueblos de la comarca (La Cabeza de Béjar, Nava de Béjar, Sorihuela, Fresnedoso, Ledrada, Fuenterroble de Salvatierra, Valdelacasa, La Puebla de San Medel) y el Monte de Tonda, a los que se pretende dar un impulso desde el turismo activo, así como propiciar una reactivación de la economía mediante la atracción de potenciales clientes. Asimismo, se promocionará el futuro tramo de Vía Verde Ruta de la Plata que atravesará el municipio de Fuentes de Béjar, Ledrada y Guijuelo.
Premio Escalador y Sprinter
Pero las novedades no acaban aquí. Al Premio Escalador-Revisan, que reconocerá al primero y primera en completar 5 km a una pendiente media del 6,3%, en esta edición también se incluye el Premio Sprinter-Sorihuela, que se premiará a los más rápidos en un tramo de 1,5 kilómetros. También se ampliarán los premios en los podios de BTT-El Navazo, por lo que los diez primeros hombres y mujeres recibirán medalla y regalo. Aparte de esto, la carrera cuenta con un total de quince podios y regalos para todos los que crucen la línea de meta.
Lale Cubino, padrino de la segunda edición
La organización del Desafío BTT Fuenterrico quiere homenajear así al ciclista bejarano, quien será el responsable de cortar la cinta inaugural que dé el pistoletazo de salida. Además, se ha puesto a la
venta una gorra con los colores del antiguo equipo Kelme, en el que tantos éxitos cosechó Lale Cubino.