La París-Roubaix es una carrera ciclista de un día francesa, también conocida con sobrenombres como La clásica de las clásicas, El infierno del norte o La última locura. Con inicio en los alrededores de París y final en Roubaix (en su velódromo). Lo que convierte a la París-Roubaix en una carrera única es la extrema dureza del terreno por el que se disputa, el pavés. Pese a que existen otras pruebas que transcurren por tramos adoquinados, ninguna de ellas acumula tantos kilómetros sobre este tipo de superficie, rondando siempre, según el recorrido, los 50 kilómetros.
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