Ayer participamos en la primera prueba del año del Open Natura. Se celebraba en el Vendrell, y hasta allí nos desplazamos todo el club para participar. Empezaba a las 10:00 y se habían abierto dos recorridos. El recorrido largo, de 43 kilómetros (a mí me marcaba 45 cuando acabé), y el corto era de 20 km.
Hicimos 3 grupos, los más "Pros" se puesieron delante para pegarse de codazos con los otros de su nivel, nosotros nos pusimos más bien por el medio y los "jubiletis" del club se pusieron más atrás. Arrancó la prueba y salimos más de 800 ciclistas a través de el Vendrell, luego entre los campos de cultivo y luego ya nos metimos en el camino, a por faena. Ya en el pueblo, empezamos a rodar a una velocidad moderada, para calentar y para no engorilarnos con los de delante, que sino, con la excitación, te pones a rodar cada vez más rápido y sin darte cuenta estas haciendo más fuerza de la que te corresponde para tu nivel y para ser el principio de la prueba, pero poco a poco nos iban adelantando los bestias de los padres arrastrando a los hijos, de forma bastante precaria, todo hay que decirlo, y otro tipo de gente, con bicis plegables, de paseo, etc.
Hay que decir que el terreno de el Vendrell es bastante técnico, con muchas piedras tanto en subida como en bajada, que dificultan el pedaleo, y exigen el máximo de la fuerza que puedas hacer con las piernas. Viendo el percal, preferimos hacer los primeros 12 km a una velocidad que nos permitía descansar en las zonas más llanas, y forzar un poco más la máquina en las subidas más técnicas.
Ni por asomo. A la que llegamos a la primera piedrecilla, nos encontramos con la cola de domingueros, que nos habían adelantado con todas las ansias (unas 200 personas en fila india), haciendo esa parte del recorrido andando, y la única dificultad que había eran cuatro piedrecillas en las que había que hacer bastante fuerza y subirlas con inercia para poder seguir, y el camino era un senderillo un tanto estrecho. La gente a la que ve que tiene que apretar el culo, no se esfuerza lo más mínimo, y, ojo, tampoco se apartan del camino un poquito para facilitar el paso a los que sí que sabemos rodar por ahí. Total, una hora entera perdida detrás de toda la caravana de gente con los niños y las mujeres reventados de no estar acostumbrados a ir en bici (una buena forma de conseguir que les guste ). Cuando llegamos al primer habituallamiento, en el km 14, paramos a repostar y allí se separaba la gente del circuito largo de la del corto. Cuando encaramos a la subida fuerte, una vez ya en nuestra ruta, vimos que delante no teníamos a casi nadie. El último grupo fuerte que había pasado por allí, había pasado hacía una hora, y empezamos a tirar un poco más fuerte en la subida, para intentar recuperar el máximo de tiempo perdido. La subida, unos 4 km con un desnivel de aproximadamente 250 metros, no era muy empinada pero sí que el terreno dificultaba mucho el paso, mucha piedra suelta y un camino muy escarpado hacía muy difícil reservarse fuerzas. Una vez pasamos la subida, empezó la bajada, bastante pedregosa y con alguna trialera sencillinta, donde sí que recuperamos tiempo y fuerzas, íbamos a una velocidad de 18-20 km/h mantenidos, por una zona de toboganes, y alguna subidilla igual de técnica que las anteriores. Nos ibamos cruzando con mucha gente que se había quedado tirada por que había pinchado y no llevaba ni siquiera una cámara para cambiar. El coche escoba iba arriba y abajo continuamente para recoger a la gente que había salido a hacer un recorrido de 45 kilómetros sin estar en las condiciones físicas adecuadas y sin llevar el material necesario. En fin, patético....
Los últimos 20 kilómetros los hicimos bastante a saco para intentar ganar tiempo, en este último tramo nos salió una media de 18 km/h. Un tramo que nos gustó muchísimo fue a través de la riera (seca), donde el camino serpenteaba entre los arboles y había que sortear raíces y piedras, y pasar por encima de un terreno muy pedregoso, con muchos toboganes y dificultades que te encontrabas prácticamente de sopetón. Un trozo muy divertido en el que recuperamos bastante tiempo. A partir de ahí el camino empezó a llanear casi hasta el final, donde nos pusimos a 23-25 km/h, y ya empezábamos a sentir el agotamiento, en las piernas, y en la cabeza en mi caso (con tanta piedra y tanto rebote tenía la cabeza como un bombo). Los últimos 3 km no se acababan nunca, además que se repetía una parte del recorrido y resultaba bastante cansino. Al final llegamos con una diferencia de 45 minutos desde que había llegado el ultimo grupo que no se había visto metido en la carabana de ciclistas a pie. Sólo habíamos recuperado 15 minutos.
Nuestro tiempo total fue de 3 horas y 12 minutos. El primer grupo entró con un tiempo de 1 hora y 50 minutos. La putada y el mal sabor de boca que nos quedaba es, que de no haber perdido tanto tiempo detrás de todos aquellos paquetes que tenían tantísima prisa en ponerse delante y tantas ansias para luego pararse a la minima dificultad del camino, o quedarse sin fuelle, y no dejar adelantar a los demás, solo habríamos entrado con una diferencia de no llega a 30 minutos de los primeros clasificados, y fue una lástima porque con el ritmo que mantenimos en cuanto entramos en el circuito largo, lo habríamos hecho sin duda. Estoy reventada como si hubiera quedado entre los 50 primeros y entramos casi, casi haciendo el ridículo y con el parking de participantes casi vacío... Pero bueno, al menos acabamos el recorrido, y pudimos ir a un buen ritmo en cuanto se despejó un poco el terreno.
Desde aquí hago un llamamiento a la gente que no sabe ir en bici y se apunta a estas cosas: quedáos en vuestra casa si no habéis dado una sola pedalada en todo el invierno, o preparáos un poquito antes de apuntaros a estas actividades. También lo recomiendan los organizadores del Open Natura...
PD: No a todos los niños les gusta sacar el hígado por la boca porque a su padre se le ha metido en su mente cerril que quiere que su niño vaya en bici. Creo que así, si estuviera en el lugar de estos pobres niños, yo no querría volver a ver una bici en mi vida.