Pues eso, iba yo muy concentrado y contento con la bici esta tarde (ya que ahora puedo salir un poco más) volviendo ya para casa y me encuentro tres charcos.
Ya me los había encontrado en el camino de ida y pasé por encima de ellos a toda velocidad. Pues a la vuelta me da por saltarlos: el 1º perfecto, ni una salpicadura; el 2º casi no llego, pero también perfecto; el tercero, me preparo para saltar, pego el impulso, se me sale la cala del pedal izquierdo y en el rebote de la caída, viene ese sillín (con esa punta) por detrás y.....
Por suerte lo paró mi nalga derecha. Me he tenido que parar a dar un respiro, ya que ha ido de muy pocos centímetros. Me ha salido un morado, pero ha valido la pena.
Sigo siendo virgen
Espero que no os pase nunca nada así...