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A las 18:00 nada más llegar a casa despues del trabajar, ya estaba cambiándome y poniendo todo a punto, tras responder a las preguntas de rigor de mi madre que si a dónde voy, que si me pasa algo qué voy a hacer, que tenga cuidado, ... etc salgo y pillo rumbo al Perdón para variar. Al contrario que el Lunes, la temperatura era mucho más agradable (entre comillas...), unos 7 o 8 ºC así a ojo, pero aun así hay que estar bastante colgao...
En seguida cojo el Camino de Santiago, el plan era y fue subir hasta las estatuas de peregrinos que hay en el Perdón entre tanto molino eólico. Por dicha ruta se pasa por la charca de Guendulain y antes de eso, durante el corto tramo de senda cerrada que hay antes, me pareció oir a un Chupacabras (de tipo peluche rabioso, ver foto adjunta) jejejejej, y pensé cazarlo para donarlo a la ciencia pa que investigen sus células madre y esas locas movidas científicas. Pero el ruido en las matas desapareció y proseguí mi camino, que además no llevaba los dardos tranquilizantes que suelo llevar a menudo (nunca se sabe).
Chupacabras
De camino a Zariquiegui me puse bastante cerdo (pero eso me gusta) ya que el camino está totalmente encharcado durante un tramo, aquí la temperatura ya empezó a subir, había un microclima candente. Hacía mucho más calor en el alto del Perdón que en Zizur.
Atravieso Zariquiegui por la calle Mayor, bueno, no sé cómo ostias se llama la calle y eso que habré pasado más de 200 veces en mi vida, y lógicamente no veo a nadie por la calle, ni personas, ni animales.
Despues de Zariquiegui subo un repecho mortal y tras sendear unos metros, llego al Carrusel, que consiste en una bajadika, con inmediatamente despues un repecho en curva, de ahí su nombre que me acabo de inventar. En este punto crucial, tengo dos sustos importantes al hacer la subida, primero iba de pie tranquilamente dando potencia a las bielas y de repente se me mete la cadena entre los piñones y los radios, esto lo supe al tener que pararme, ya que creía que había roto la cadena (menos mal que no fue así). Jejejej, aquí reflexioné un poco y me imaginé si realmente tengo alguna vez una avería gorda, que cojones voy a hacer sólo, en el monte, y de noche? apagué las luces y no se veía absolutamente nada, era imposible ir andando por si tuviera una emergencia...
Reanudé la marcheta, y plas!!!, lo mismo!! pero esta vez me caí a mano derecha a unas zarzas ,por lo que me llené el culo de pinchos, y esta vez sí, pensé que si que había roto la cadena, pero tuve suerte y no pasó nada.
Tras ese par de sustillos, estuve trompeando un rato por el barro, pero el terreno estaba bastante bien, había empezado a helar y el suelo estaba más duro que de día, de hecho ya había placas de hielo en algunos charcos.
Poco a poco llego a la cima tras sufrir con los patinazos de mi rueda trasera en las piedras mojadas (llevo una phyton en los alambres) y el llegar ahí, donde las estatuas mereció la pena. El cielo estaba totalmente despejado y había mogollón de estrellas (se lo tengo que enseñar a las titis algún día), un paisaje espectacular, cosa que no se puede ver desde la Cuenca de Pamplona por la contaminación lumínica... Además, los molinos eólicos con sus lucecitas rojas también daban colorido al paisaje.
Loa bajada fue de lo más divertida, drifteando con el barrillo y persiguiendo a un gato en Guendulain (me gano él...). Cuando llegué a Zizur volví a notar ese frío que tenemos en la Cuenca y las miradas atónitas de los humanos que me cruzaba. Espero que en alguna salida me cruce con algún Ovni, ya sería lo más, aunque quién sabe, igual me lleva de vuelta a casa...
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,no sabias que le falta un par de chapas en la cabeza?.
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