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monte que siempre ha estado ahí y que desde solo hace un par de semanas sé que tiene carretera y que esta asfaltada, hormigonada mejor dicho, es un monte mítico de estas tierras ya que sus faldas se bañan en el mar (eso antiguamente cuando no había diques bajo sus pies) dicen las antiguas leyendas de estas tierras mágicas que este monte fue la morada del diablo, en aquellos años que se sentía demasiado el misticismo, también es una cima en la que gente ha visto alguna vez luces extrañas (yo no me creo nada)
bueno el caso es que me levanto el miércoles a las 10 a.m, desayuno como siempre me visto y cojo la bici, saludo a mi abuela que me encuentro en la calle y me dirijo hacia el puente de bizkaia a pasarlo y dirigirme hacia santurce para iniciar la ascensión, a pesar de ser las 11 casi hace un calor tremendo, casi 35 grados, pega el sol que se jode, pregunto al chico que controla el transbordador a ver por donde empieza la subida ya que no lo conozco, me mira la bici y me dice que con esta bici me va a ser imposible subir que es muy duro al final sobre todo, no le hago ni caso y me lo explica perfecto, me dirijo hacia allí sin prisas, me pierdo entre las calles míticas arrantzales (pescadores vascos), pregunto a un grupo de txikiteros a ver donde comienza la subida y me dicen mira es justo por aquí pero con este calor y esa bici me da que vas a bajar antes de lo que tenias pensado, le sonrío, no
me gusta que me digan lo que tengo o no tengo o lo que puedo o no puedo hacer, no me hace mucha gracia el comentario, le digo que la bici es la única que tengo (mentira), las piernas también son las únicas y el calor un aliciente para mi, se ríen todos, les doy las gracias y comienzo la subida.
aquí mismo, paso suave pero atento para ver si alguna se lanza, no hay problema, alguna rampa me hace sudar mucho del 10 y 11 % las paso sin problemas, ya voy por el kilómetro 3 y pico casi 4 y me empiezo a cansar mas de lo normal
nada mas empezar el pavimento se pone duro, la cuesta es muy empinada, la calle es entre casa a pie de ladera, algunas parecen txabolas, es un barrio antiguo y trabajador donde los haya, en el suelo aparecen canalizaciones de un palmo de anchura que me hacen pasarlas aguantando el equilibrio, pisadas en el hormigón de algún insensato que en su día quiso dejar allí su huella para siempre, paso las casas y ya el pavimento aunque no deja de ser hormigón mejora muchísimo, he superado unas rampas del 12 % en el primer kilómetro, empiezo a sudar mas de la cuenta, las casas dan paso a el pasto con zarzales, alguna txabola, los siguientes 2 kilómetros son los mas ligeros para mi, ni grandes rampas ni grandes porcentajes pero si que es constante al 6 – 7 % y eso se nota en las piernas, llego a una zona en la que pastan vacas, muchas de ellas en medio de la carretera, me imponen un poco de respeto porque quien sabe igual alguna me embiste y me destroza
el botellín de isostar no para quieto, me lo llevo a la boca cada dos por tres, mi cabeza esta ardiendo, decido echarme isostar por encima, se agradece, miro hacia arriba y veo una cuesta mortal en zigzag continuo, se ven montón de herraduras, me desanimo un poco porque ya voy justito, sigo fiel a mi pedaleo, las rampas se endurecen, nosé cuando llega la cima ni donde está, no la veo, miro hacia mi derecha y veo todo el abra vizcaíno, es una pasada, las vistas son impresionantes y te dan energía, llego a la zona de las rampas mas duras, dios! Pienso: como me están jodiendo, y es que he entrado en el tramo durillo, al 7 % constante con grandes rampas y algún pequeño “descanso”, aprieto mucho me pongo en pie, me niego a zigzaguear y es que tampoco voy tan mal, doy herraduras normalitas muy bien hechas a decir verdad, paso por una sima que está vallada por precaución (sima del capitán ), mas y mas herraduras me rompen las piernas, supero ese punto y me llega una rampa liviana larga perfecta para recuperar pulsaciones, termino la rampa, doy una herradura y subo por una cuesta “guapa” que rondará los 12 % llego a las ruinas del fuerte del serantes
, un fuerte que se construyó para las guerras carlistas y que allí sigue en pie, pero en ruinas, si a alguien le gusta explorar es un bonito sitio para subirse hasta el área recreativa que esta a pies del fuerte y después meterse dentro en las ruinas, muy bonito en serio pero ese no es mi acometido hoy y es que me falta la zona mas dura, el ultimo kilómetro, paso el fuerte doy una herradura cerrada y comienza el infierno, primera rampa al 14 %, dios, me destroza, se empina hasta el 15 %, no puedo mas, decido zigzaguear, hace mucho calor y estoy cansado, la rampa se sigue empinando hasta el 17 % se mantiene por unos 200 metros después baja al 12 %, no lo noto, sigo zigzagueando porque voy reventado, mis piernas ya no responden bien, las pulsaciones por las nubes, la pendiente sube al 13 esta vez pero ya veo que se termina la carretera y lo doy todo de mi, llevo un plato de 42 con un piñón de 26 (hay que hacer mucha fuerza para mover este desarrollo por estas rampas) llego arriba me bajo de la bici y ahora comprendo porque antiguamente le llamaban la morada del diablo porque subir hasta allí en bici era entrar al infierno, el ultimo kilómetro es al 13,7 % de media,
, me quedan 100 metros hasta la cima, pero es un pedregal, lo hago a pie, subo al monolito y las ruinas que allí arriba también hay, las antenas de radio, y un precioso mirador, como siempre hago miro al cielo, esta subida y todas las de mi vida están dedicadas al mismo, seguro que esta contento y orgulloso de su hijo allí donde esté, va por ti maestro, saco fotos, disfruto de las vistas hacia Cantabria, hacia bizkaia y hacia todos los lados y es que es precioso, estoy contento y feliz, descanso un rato allí arriba, me recupero comiendo algo y bajo con sumo cuidado ya que hay mucha pendiente y la carretera de hormigón da pavor, paso por el mismo bar de los txikiteros de antes, postrados en su asiento de madera a la puerta del bar y a la sombra les miro y le digo al majetón de antes, oye, mira, hasta arriba y con esto y le señalo mi bicicleta, me sonríen todos me dan la enhorabuena, me llaman txapeldun (campeòn) y me río y me voy, subida increíble, bonita, dura y no muy larga (7 km desde el puerto) pero preciosa, animo a todos a venir a hacerla, un saludo.
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