Buenas,
Os voy a contar una historia que me paso ayer dando pedales y que me sorprendió, positivamente.
Andaba yo dando pedales por mi nueva zona (Norte de Madrid) cuando me encontré con un pinchazo. En medio del páramo, busco una sombra y a reparar.
En el rato que estaba allí liado pasaron como 5 ciclistas. Todos, me preguntaron si me hacía falta ayuda y hasta uno se paró para ver que tal me iba. Bueno, en el fondo los ciclistas es que somos muy compañeros los unos con los otros, pero me sorprendió más cuando pasó un tipo con un todo terreno, se paró también y me preguntó que se me echaba una mano.
Vamos no daba crédito a mis ojos
Pero no acaba la cosa ahí. Cuando seguía con mi ruta, que como buena ruta de exploración acaba alargándose más de la cuenta, vi que me quedaba sin agua (y eso que había metido 2,5 litros en el camel). Manda narices que la zona, por donde pasan todas las canalizaciones del canal de isabel II que abastece de agua Madrid, no hay forma de encontrar una fuente. Incluso pasé por algún sitio con parque de niños y eso y no había una sola fuente. Total que me quedaban como 20 KM para llegar a casa (y a la civilización, donde controlo alguna fuente) con un señor calor de cuidado.
Menos mal que me encontré con dos ciclistas por el camino, que viendo mi cara de perro deshidratado del desierto, gustosamente se ofrecieron a compartir el líquido elemento y literalmente me salvaron. (aprovecho para darles las gracias de nuevo)
La pena fue llegar luego a casa y ver el telediario o pasar durante 2 milisegundos porsalvamé ese (joer, a que hora no echan eso, están todo el día) durante un zapping rápido. Pena porque durante tres horas al menos, pensé que todo el mundo es güeno
Saludos,