Ayer fué un día triste, muy triste, cuando alguien a quién seguimos, a quién admiramos se va...y no es que te hayas ido, es que te han hecho marchar.
Entrenabas por tu zona, esa que recorres tantas veces y que conoces cómo la palma de tu mano. Un domingo, menos tráfico del habitual, en la zona de más arcén....y te han hecho marchar, a traición, por detrás, sin tiempo a reaccionar.
Es curioso que la noticia me llegó por un gran amigo que está en Asturias, por el dichoso whatsapp, no daba crédito, no me lo quería creer...pero me iban llegando noticias y todas iguales....Iñaki Lejarreta ha sido atropellado por un vehículo mientras entrenaba....silencio, vacío, impotencia....rabia...quisiera que hubiera marcha atrás, que el tiempo se pudiera dominar y retroceder, poder decirle que no hubiera salido a entrenar, pero todo va a 60 min/hora....a 60 sg/minuto y sin descanso, no hay marcha atrás, la noticia se confirma.
La comunidad ciclista se va enterando, poco a poco los pesos pesados...Hermida, Contador, Valverde...se van pronunciando, sin embargo me acuerdo de su mujer Naiara, del retoño que esperan para Enero....de su tío Marino, de sus padres, principalmente de Ismael...¡¡¡qué pasión por un hijo!!! una vida entera dedicada al ciclismo, el principal responsable de que Iñaki se decidiera por las ruedas gordas, cuando la saga Lejarreta era la referencia en ruta, tú le asesorastes y se tomó la decisión...sería la mtb en la que iba a competir.
Cada carrera en la que participaba, sea Copa del Mundo, sea la marcha de Bérriz, carrera de Open...sabía estar, un chico sencillo, callado, educado, pero que cuando tenía algo que decir acaparaba la atención....un carisma silencioso, sin ruido, pero contundente...un Lejarreta.
Los que te hemos seguido nos has hecho disfrutar, disciplina, clase, garra....auténtico Lejarreta. Para los que somos Vizcainos es un orgullo contar con la saga Lejarreta, de contar contigo....y no es que te hayas ido...es que te han hecho marchar.
Me siento herido en el orgullo, de quién te admira, de quién te imaginaba en el podio de Pekín y luego fué un Diploma Olímpico, herido porque Iñaki Lejarreta para los que practicamos mtb es nuestra referencia junto a Jose Antonio Hermida, no es el hijo de Ismael Lejarreta ó el sobrino de Marino Lejarreta, Iñaki tiene nombre propio es ésto de las dos ruedas, se lo ha ganado a pulso, con su dedicación, con su esfuerzo.
Capaz de estudiar Ingeniería combinándolo con la bici....¡¡¡qué chaval!!! Todos sabemos el esfuerzo y la concentración que requiere la bici y más aún si estás en la élite cómo lo estaba Iñaki, sacar las fuerzas necesarias y combinar ambas cosas....si hay que poner a un deportista de ejemplar, ese es Iñaki Lejarreta.
Cada ciclista que es atropellado, es un clavo que se mete en las carnes de quiénes practicamos ciclismo, una profunda herida en los que amamos éste deporte. Me paro a reflexionar el por qué de tanto atropello, las ideas se suceden muy deprisa y ésto no es algo que la solución tenga que venir por sanciones (que las tiene que haber y duras), la solución viene por una educación sana, por el respeto y tiene que venir desde la infancia, desde la afirmación de dicha educación en la adolescencia, desde la responsabilidad al madurar, ¿estamos educando bien a la ciudadanía en el respeto?...la respuesta que encuentro lamentablemente es negativa, la realidad es que estamos dando una educación en la que es más el que más dinero tiene, sin importar cómo lo ha conseguido, que es más importante y más famoso cualquier contertulio de ciertos programas de TV, que un escritor, que un científico que hace que con sus descubrimientos nuestra calidad de vida sea mejor...mientras ésto no cambie, seguiremos teniendo ciudadanía sin valores, sin educación ni respeto y lamentablemente con más casos cómo el que nos ocupa.
Seguiremos con nuestras vidas, con nuestras carreras y casi sin querer, seguro que volveremos la cabeza, cómo tantas veces, a ver si estás, para ver tus exhibiciones sobre la bici, para ver un auténtico campeón...pero si no te veo...no es que te hayas ido....es que te han hecho marchar.
Jose Manuel Fuente