A estas alturas de la liga no seré yo quien descubra la importancia que esta prueba ha adquirido en el calendario nacional. Tampoco vengo a comentar las grandes posibilidades que esta tierra ofrece en cuanto al recorrido, y no voy a recordar la pasión con que sus gentes viven en ciclismo.
Quiero, mediante esta crónica, resumir la transformación que para mí, como ciclista, supuso el tomar parte en la primera edición de los 10.000 del Soplao BTT allá por el año 2007.
Cuando nuestro amigo y compañero de equipo Josema Fuente apareció un día allá por el 2007 en el grupo diciendo que se había enterado de una prueba de 165 kilómetros por el monte casi nos echamos a reír. La primera pregunta fue, ¿dónde? pues en Cabezón de la Sal.
A partir de ahí en la grupeta de Bikezona algo cambió para siempre. Las salidas empezaron a ser más largas, siempre enfocadas al Soplao. Salíamos muchos más días, empezamos a hacerlo incluso con lluvia y qué bien nos vino aquel entreno, porque en la primera edición nos mojamos de verdad. Cuando entramos en meta con más de 12 horas nos prometimos no volver nunca más. Pero a las pocas semanas ya estábamos preparando la siguiente edición y buscando la manera de mejorar ese tiempo.
Y así seguimos hasta hoy. Hemos cambiado los modelos de bici, ya no son esos pencos de 13 kilos con doble suspensión. Las 29 pulgadas van de maravilla para esa prueba. Está claro, aquella primera edición marcó un antes y un después. Una vez completada aquella kilometrada nos sentíamos capaces de enfrentarnos a cualquier cosa. Yo he pasado de la talla XL a la M, me he dejado 6 kilos en la ruta.
A los pocos años nos metimos en el mundillo de la carretera y ahí también aparece el Soplao, con su gran reto de 309 km en la gran fondo.
Yo llevo ya en mis piernas 11 Soplaos, 8 de monte y 3 de carretera y sin duda, la alegría de haber completado este año el recorrido de la Gran Fondo, sólo es comparable a la de la primera edición del 2007. También ha supuesto el quitarnos una espinita que desde el año pasado teníamos clavada unos cuantos corredores, desde que la Guardia Civil nos cortó en lo alto de la Palombera y no nos dejó completar todo el recorrido. Ahí conocí a Miguel Martín (CPC), José Manuel Navarro (Parquesol) y David Fernández (Buena vista). Los cuatro venidos de 4 sitios distintos, hemos mantenido el contacto durante todo el año, hemos entrenado pensando en esta prueba y nos hemos presentado en línea de meta con un mismo objetivo. Casualidad los cuatro dorsales acababan en 4.
Tampoco puedo pasar por alto el gran logro que las chicas del equipo Bikezona han conseguido en ambas modalidades de los 10.000 del Soplao,
Meritxell Henales en btt y Mónica Carrascosa en la clásica de carretera. Un aplauso para ellas.
Luís Alberto - Corredor BZ Team Cofactory