Cuando pensamos en cosas que activen nuestro cerebro y liberen neurotransmisores de la felicidad quizás no creeríamos que los slots online, el picante o el ciclismo, tendría ese efecto. Pues sí, las luces, los colores y el sonido de las tragaperras generan que se libere dopamina, una hormona asociada a la gratificación y el placer. Esta es la agradable sensación que experimentamos cuando ganamos un premio, cuando nos llevamos ese jackpot de las tragaperras que tanto anhelamos o cuando hacemos un divertido viaje en bici.
En el caso del picante, este alimento tiene la cualidad de activar la liberación de endorfinas y con ello, sentimos bienestar e incluso euforia. Las endorfinas son capaces de contrarrestar el dolor, son péptidos opioides que se producen en forma natural en nuestro sistema nervioso central.
En el caso de las bicis, se considera que andar en ellas es incompatible con la tristeza y se estima que el ciclismo tiene un efecto terapéutico al liberar serotonina. Aunque también se estima que tiene efectos que conducen a liberar dopamina y endorfinas, así como oxitocinas.
El ciclismo y su impacto en la salud mental
Hay que destacar que apesar de los grandes avances científicos y tecnológicos, todavía la mente humana tiene muchos misterios sin resolver. Entender cómo se activan las emociones, qué nos hace felices, qué nos lleva a jugar o a entregarnos con pasión a una disciplina, todavía no ha sido realmente descifrado. Sin embargo, se han estudiado los beneficios neurológicos del ciclismo y su impacto en la salud mental.
En el cerebro del ciclista se producen efectos similares a los que genera una máquina tragaperras. El coctel de neurotransmisores que invade el cuerpo de las personas en ambos casos le produce una sensación tan grata de ganancia y recompensa que, aunque se sienta dolor y cansancio se continua un poco más. Recordemos que la endorfina bloquea, en cierta medida, el dolor. A medida que pedaleamos los niveles de serotonina se incrementan y esa plácida sensación se prolonga por el resto del día.
Al pedalear se aumenta el flujo sanguíneo, por eso es un apreciado ejercicio cardiovascular. Obviamente, ese bombeo también beneficia el cerebro que recibe mayor irrigación, pero también mas oxigenación por el ritmo respiratorio en la actividad física. El cerebro recibe entonces más nutrientes y más oxígeno. Es como si este órgano se alimentara mejorando su funcionamiento, su capacidad de restauración e incrementando su capacidad para crecer.
Todo un laboratorio de química
En ese proceso, el pedaleo en bici contribuye enormemente a la producción de un factor neurotrófico del cerebro llamado BDNF que es una proteína. Dicho factor previene la muerte de neuronas (células del sistema nervioso), a la vez que provoca la creación de nuevas células cerebrales y conexiones, así como el crecimiento de estas. Todos estos efectos son sumamente beneficiosos para el funcionamiento del cerebro.
En relación con la activación de ese coctel de hormonas de la felicidad, también sucede, como es de esperar, es su efecto sobre el estado de ánimo. Todo ese movimiento que se produce externa e internamente en nuestro cuerpo conduce a que el ciclismo pueda influir en la felicidad y aumentarla. Incluso se ha observado que algunas personas vivencian la euforia del ciclista luego de recorrer grandes y extenuantes distancias. Qué decir de actividades como ciclismo de montaña en el que el esfuerzo, emoción y un maravilloso entorno se entrelazan.
Diversos estudios confirman que el ciclismo contribuye a fortalecer las funciones cognitivas. Al tener un efecto positivo en el desarrollo neuronal, así como en la materia gris y blanca, todas las funciones cognitivas y emocionales se benefician. Por ello, el provecho es más global e integral. En general, realizar ejercicio aeróbico de manera regular contribuye a disminuir el estrés y a mejorar algunos trastornos como la ansiedad y depresión. Tal es el caso del ciclismo, solo que en una dimensión superior.
Pedaleo y actitud positiva ante la vida
La posibilidad de activar nuestro cerebro y generar la liberación de neurotransmisores capaces de hacernos sentir relajados, concentrados, alegres y creativos, es posible. Una actitud positiva hacia la vida y la potenciación que genera unos 30 a 60 minutos de pedaleo a un ritmo constante y realizado regularmente, es una ganancia en salud física y mental, así como en felicidad, que no se debe descartar.
Ahora bien, el plantearse desafíos y retos siempre proporciona un impulso adicional. Por lo general los amantes del ciclismo disfrutan de un cierto grado de esfuerzo y sacrificio, que implique ejercitarse al 90 por ciento de la frecuencia cardíaca máxima para sentir la fuerza del movimiento al llevar un poco más allá el entrenamiento.
Por supuesto todo ello sin exceder, se trata de mejorar la salud integral no de perjudicarla. Si llevamos el desafío al límite producimos adrenalina en exceso y se bloqueará la absorción de neuroquímicos positivos. Así que, el reto ha de ir en consonancia con nuestro nivel de habilidad, para el máximo provecho de mente y cuerpo.