Habiendo aprendido de su segundo puesto del año anterior, Airán Fernández (Coluer) atacó esta vez en el momento necesario, en el descenso del último puerto y casi en la misma línea de meta, en el último repecho de 200 metros, donde vas con todo o sin nada, superó a sus rivales. El Valenciaga era suyo.
El joven corredor catalán relata así su victoria: “Justo debajo de la pancarta del último kilómetro llevaba a Gutiérrez a rueda, y a Pedrero 15 segundos por delante. No estaba seguro de poder cogerlo la verdad, pero viendo que Gutiérrez iba justo decidí apretar los dientes para atrapar a Pedrero, me salió perfecto ya que lo atrape a 200 metros de meta. Sabía que si lo cogía le ganaría, así que en el momento que llegue a su rueda me ya me vi ganador, lo que no tenía tan claro, es si podría pillarlo antes de meta”.
Airán Fernández ha tenido unos días para asimilarlo, para darse cuenta de que ha hecho algo muy importante en el campo amateur: “Ahora mismo si que soy consciente por todas las felicitaciones recibidas tanto de familiares, amigos y ‘rivales’, que también salieron a por la victoria”, explica. Sin embargo, lo que más le impresionó fue ver a su hermana, sentir su alegría “en el momento de cruzar la meta y ver a mi hermana llorando de emoción me quede un poco en estado de shock”.
Pero no se conforma, lo realizado tan sólo significa para él un paso previo a lo que considera merecer. Y quiere ser escuchado: “Merezco una oportunidad en profesionales, lo digo alto y claro. Creo que en mis años de amateur he logrado un buen palmares tanto en pista como en carretera para poder dar el salto de categoría”.
“Soy eficaz en pruebas de un día, combativo, de los que no tiran la toalla, un corredor ligero pero con buena punta en la llegada de grupos reducidos”, se presenta el corredor catalán, “de los que hacen equipo dentro y fuera de la bici, que también me gusta ayudar a los compañeros a ganar”.
