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Alberto Contador cruzó hoy la línea de meta en cuarto lugar, tras el líder, Brajkovic, y después de haber sido uno de los protagonistas en la subida a Risoul, donde también el equipo Astana demostró estar en un buen momento de forma, con Tiralongo, Jesús Hernández y Navarro trabajando en los últimos kilómetros. Contador, sin embargo, asegura que nada ha cambiado en sus planes. “Continúo con el mismo planteamiento. He atacado un poco para probar, pero no lo tenía pensado ni estaba seguro de mi estado de forma”.
“Ha sido una etapa dura, de mucho calor y muy larga, con más de 6 horas en la bici”, explicó Alberto. “En la última subida he estado a la expectativa, pero he visto que pasaban los kilómetros y nadie se decidía a atacar”. Por su parte, el equipo Astana también se probó en la última parte de la subida. “El equipo también tiene que coger la filosofía del Tour. Están a un buen nivel y ellos también tienen que ponerse a punto. Qué mejor test que éste, aunque eso no significa que vayamos a coger la responsabilidad”.
Alberto está contento con sus compañeros. “Les veo muy motivados. Podían haber ido más rápido, pero no les he animado porque yo estaba sufriendo bastante por la alergia, aunque al final he tenido buenas sensaciones”. La subida a Risoul le ha parecido “complicada, porque hacía mucho aire de cara y a rueda se iba cómodo, pero no era agradecido para ir solo. Después de esto me dedicaré a recuperar. Si las piernas va bien, mejor, y si no, también, porque el objetivo sigue siendo el Tour de Francia”, concluyó
