Alberto Contador logró terminar una etapa especialmente complicada, ya que debía sobreponerse a las consecuencias de la caída de ayer, que le había dejado bastante tocada su pierna izquierda. Después de los 200 kilómetros entre Contres y Limoges, el balance es positivo, por cuanto el peligro de abandono ha desaparecido. “Continuar en carrera está asegurado”, confirmó Alberto desde el hotel del Astana.
“El día ha sido más o menos como esperaba”, explicó Contador. “Sabía que sería un día complicado en el que no iba a poder pedalear bien a consecuencia del golpe, pero a medida que he ido calentando he podido pedalear cada vez mejor”.
Todavía, sin embargo, no se siente a gusto. “No he podido llevar mi pedaleo natural”, dijo, “pero he podido salvar un día largo y ahora queda trabajar con el masajista a ver si en dos o tres días más puedo estar perfecto”.
Alberto aseguró que ya ha pasado el riesgo de abandono. “Creo que sí, que ya no me iré a casa, porque hoy era la prueba de fuego. He podido terminar y además he podido estar delante, así que continuar en carrera está asegurado”.
Contador se toma esta carrera como un entrenamiento para el Tour, debido a su dureza. “Se están sacando medias altísimas y hay una gran tensión a lo largo de toda la etapa. Hay que estar atento en todo momento, así que es como un entrenamiento de cara al mes de julio en el Tour”.
Finalmente, Alberto dijo que, hasta este momento, “el corredor que me está pareciendo más fuerte es Jens Voigt. Aunque hay muchos que van bien, él es quien más me está llamando la atención”, concluyó.