Con más de 3.000 metros de desnivel y nueve cotas puntuables en los 201 km de recorrido entre York y Sheffield, la 2ª jornada del Tour de Francia 2014 estaba destinada a propiciar los primeros escarceos entre los favoritos de la general, y Alejandro Valverde (Movistar Team) demostró estar preparado para la pelea.
El murciano de la escuadra telefónica finalizó con los mejores tras una buena labor de sus compañeros -especialmente Visconti, Rojas e Intxausti- en la aproximación al tramo final y el apoyo antes de Jenkin Road, la última cota, del joven Jesús Herrada.
Sin ataques entre los favoritos en ese último ascenso, situado a 5 km del final, los movimientos de Van Avermaet (BMC) y Fuglsang (AST) anticiparon el demarraje decisivo de Vincenzo Nibali (AST), que se presentó con 2" de ventaja en la línea de meta para vestirse de amarillo mientras el grupo de Valverde (17º en la llegada, 11º en la general) perseguía sin éxito. Antes de la probable batalla que supondrán los tramos de pavé del próximo miércoles, esperan dos jornadas llanas, la primera con un final espectacular mañana lunes en The Mall, la conocida avenida londinense frente al palacio de Buckingham (155 km).
Así lo vivió el murciano "La etapa ha sido verdaderamente dura. Todo el día subiendo y bajando, carreteras estrechas y a una velocidad tremenda. La gente tiene las fuerzas todavía intactas y eso se nota. Al final me encontraba bien, pero había mucho descontrol y Nibali lo ha aprovechado muy bien. He visto que ya no se podía ganar la etapa y cuando he arrancado en la recta ha sido para cerrar el hueco con Froome, que había arrancado con Rui y se estaba marchando. Ya es bastante difícil estar a su altura y por eso es mejor no darle ningún segundo de ventaja. Esto acaba de empezar, pero las sensaciones son buenas y por eso estoy contento".