Valverde logra en Peyragudes la victoria más emotiva de Movistar Team en 2012 después de un épico esfuerzo de los seis integrantes de la escuadra telefónica, que pone fin a diecisiete días de sufrimiento en una Grande Boucle repleta de infortunios
Movistar Team tuvo que sufrir y luchar hasta la última etapa pirenaica del Tour de Francia 2012 para reencontrarse con el éxito al que estaba predestinado desde la salida de Lieja. Alejandro Valverde puso en Peyragudes, meta de la 17ª etapa de la Grande Boucle con 143 kilómetros y cinco puertos puntuables, el colofón a un formidable trabajo de la escuadra telefónica, de principio a fin. Ya en el ascenso inicial al Col de Menté (1ª), Valverde, Costa, Plaza y Cobo se introducían en una avanzadilla de la que, descolgado el cántabro tras un fortísimo relevo para hacer la fuga, continuarían en cabeza diecisiete hombres tras pasar por Ares (2ª), con una ventaja constante de apenas dos minutos sobre un pelotón liderado por LIQ y SKY, que nunca puso las cosas sencillas a la escapada.
Tras un primer ataque de tres hombres al que respondió Rubén Plaza, Rui Costa tomaba el mando del grupo cabecero en las primeras rampas del Port de Balès (Especial), obteniendo una pequeña ventaja sobre un cuarteto en el que Valverde esperó su momento y arrancó después, a 3 km de la cima, para unirse al luso y proseguir a continuación su aventura en solitario. Con 2 30" al coronar el puerto, Valverde supo conservar su ventaja en el descenso y resistir después, en un agónico esfuerzo, al ritmo de todos los grandes favoritos al triunfo final, primero en el Peyresourde y, tras un breve descenso, en las últimas rampas camino de la meta, a la que accedió con sólo una veintena de segundos sobre el líder de la carrera, el británico Wiggins (SKY).
El triunfo de Valverde -su quinto de la temporada tras Down Under (etapa), Andalucía (etapa y general) y París-Niza (etapa); el 23º de la escuadra azul en 2012; y el 67º para el murciano en diez campañas como profesional- premia a un Movistar Team que sufrió, a causa de las numerosas caídas en la primera semana, la retirada de tres de sus hombres y un severo lastre para los seis supervivientes, que han sabido rehacerse y ofrecer su mejor nivel en el momento clave.
"Llevo mucho tiempo esperando esta victoria. Es un triunfo muy buscado, en una etapa muy dura y muy importante, y finalmente se ha podido conseguir. Estaba muy feliz, no he podido contener la emoción. He estado dos años trabajando para esto. Venía muy bien de forma pero hemos tenido muy mala suerte con las caídas y los pinchazos al principio de los puertos, así que tuvimos que olvidarnos de la general y centrarnos en lograr una victoria de etapa. Ha sido una victoria de mucho sufrimiento: la etapa se ha hecho muy dura desde la salida. Nunca hemos tenido mucho tiempo de ventaja y ha sido un no parar hasta meta. Tenía mucho miedo en la parte final: iba justo de fuerzas y detrás venían dando muy fuerte. He llegado exhausto pero muy alegre. Quiero dar las gracias al equipo. A Rubén, a Rui por el trabajo que hicieron en la escapada, pero también al resto del equipo y a los que están en casa. Esta victoria va dedicada a todo el mundo que ha estado apoyando, a mi familia y a mis hijos".