Con la miel en los labios por un éxito, el tercer monumento a sumar a sus dos Liejas (2006 y 2008) que habría engrandecido aún más su ya prolífica carrera, y con la regularidad y constancia necesarias para recuperar el liderato del WorldTour -galardón que ya conquistó en otras dos ocasiones-, Alejandro Valverde abandona con sabor agridulce un Il Lombardia en el que tuvo opciones hasta la misma recta de meta.
El líder de Movistar Team, cuyos compañeros trabajaron durante buena parte de los 256 km entre Como y Bérgamo -con siete cotas de relevancia y el breve ascenso final a la Città Alta justo antes de la meta-, rodó bien colocado y atento en persecución de las escaramuzas finales, la última de las cuales, liderada por Wellens (LTB), fue neutralizada a tan sólo 3 kilómetros de la llegada. Sin embargo, el irlandés Martin (GRS) fue más habilidoso anticipando el sprint y superó al grupo liderado por el murciano, que acumula hasta 27 podios y 43 top-ten -además de sus once victorias- en 77 días de competición de 2014.
Valverde, que suma 80 puntos con su podio en tierras italianas frente al ‘cero’ de su rival, Alberto Contador (TCS), se sitúa con 66 de margen a falta de una sola carrera, el Tour of Beijing, donde restarán cien puntos en juego por la general más seis por cada etapa. La distancia de Movistar Team con respecto a Tinkoff (254 puntos) afianza por su parte a los azules al frente de una clasificación cada vez más cerca de ser revalidada.
Alejandro Valverde: “Tenía piernas para ganar y en cierto modo me queda pena por ello, pero está claro que aquí no regalan nada a nadie y en el final todos me miraban a mí y me dejaban el peso para que saliese a ese ataque de Martin. No podía controlarlo todo en la parte decisiva y al final ha habido que esprintar por el segundo puesto. De todas formas, me quedo contento: el equipo ha hecho un buen trabajo, he cumplido el objetivo de volver a situarme primero en el ránking WorldTour y estos 66 puntos de ventaja son buenos. Habrá que ver cuáles son las circunstancias de cara a Pekín para ver qué hacemos con esta última prueba.
Este resultado va dedicado a toda mi familia y a mis hijos, en especial a la recién nacida Natalia. No ha sido días fáciles para descansar: siempre estás de aquí para allá y no aterrice en Italia hasta ayer por la noche, pero el esfuerzo ha merecido la pena. Lombardía es una carrera muy, muy bonita, y aunque me quedo con esa espina de no haberla podido ganar aún, espero que en el futuro llegue la oportunidad”.