El calor apretó aún más que ayer miércoles en una duodécima etapa del Tour 2014 -185 km entre Bourg-en-Bresse y Saint-Étienne- que respondió a un esquema prácticamente clásico: fuga de cinco ciclistas en el arranque del día; contraataques -por parte de Gautier y Quemeneur (EUC)- para dar vida al intento en los compases finales; y control de los equipos de los sprinters para asegurar una victoria que cayó del lado del noruego Kristoff (KAT), con José Joaquín Rojas en 11º puesto.
El día para Movistar Team respondió a la sensación de calma en el grupo por las asfixiantes temperaturas. Con los únicos percances en forma de pinchazos de John Gadret e Ion Izagirre, Alejandro Valverde y sus compañeros corrieron siempre unidos y salvaron un día de agotadoratransición antes de los dos envites alpinos de este viernes -Chamrousse, primer Hors Categorie de esta edición con 18 2 km al 7 3%- y sábado -Lautaret (1ª), Izoard (HC) y Risoul (1ª)-.
"Ha sido un día muy duro, pero uno más salvado", comentaba el por ahora 3º en la general del Tour -a 2 47" de Nibali (AST)- tras cruzar la meta. "Vamos a ver qué tal recuperamos y cómo afrontamos las dos etapas que vienen. ¿Atacar o resistir? Ya veremos.
Será en función de las piernas si decidimos atacar o estar a la expectativa. Las dos etapas me gustan y lo único que hace falta es que respondan las fuerzas. ¿Nibali? Lo he visto bien".
