Los grandes corredores de mountain bike de todo el mundo tienen el próximo sábado marcado en rojo en sus calendarios. Con tinta gruesa. Y es que el motivo lo merece. El Iron Bike de los Alpes, es sin lugar a dudas, una de las carreras que dejan huella en la memoria de quienes se atreven a desafiarla. La mítica prueba llega a su 25ª edición envuelta en un halo de leyenda, donde se podrá respirar un ambiente de lo más especial. La carrera, cuyos dorsales se agotaron mucho antes de que el periodo de inscripción concluyera, arrancará el próximo sábado, 21 de julio para terminar el día 28 del mismo mes y se desarrollará en la región de Cuneo, en los Alpes Marítimos. Apenas unos días antes del gran acontecimiento, los favoritos a copar el podio ya están pensando en lo que lo que les espera y los nervios previos comienzan a rondarles el estómago.
LA MÁS DURA Y TÉCNICA DEL CALENDARIO
Los Alpes resultan un escenario magnífico para el desarrollo de una competición que conserva intacta su propia esencia y refleja a la perfección lo que sienten los deportistas de este deporte. Sin embargo, la majestuosidad de los paisajes y la naturaleza espectacular del entorno, no puede distraer a los corredores, porque entre los idílicos parajes tiene lugar, probablemente, la más dura y técnica carrera del calendario.
Cimas inexpugnables, trialeras infinitas, etapas maratón, collados remotos, noches en campamentos de montaña… El Iron Bike de los Alpes es una carrera única, no sólo por su dureza y dificultad –hay que superar más de 700 km y 25.000 metros de ascensión acumulada en ocho días–, por el perfil de las etapas, por los espectaculares senderos del itinerario o por la particularidad de su reglamento, que divide el recorrido en tramos cronometrados, sectores especiales y zonas de enlace con un tiempo límite de llegada. “Es tan diferente a todo lo demás… Las especiales tan variadas que hay, el recorrido tan auténtico, el ambiente que se forma, el dormir en las tiendas de campaña…”, declara uno de los favoritos destacados para esta 25ª edición, Milton Ramos.
Pero no solo resulta atractiva para los que disputan las primeras plazas y buscan un lugar en el Olimpo alpino. El Iron Bike es considerada por los especialistas como la más exigente y técnica del calendario ciclista, de manera que esta veterana carrera por etapas que marcó desde el inicio su espíritu épico consagra cada verano a todos y cada uno de los bikers que logran terminarla.
MUCHO MÁS QUE UNA CARRERA
Pero lejos de quedarse en el recorrido, esa aura mágica del Iron Bike de los Alpes va mucho más allá. Y es que, la clave de la carrera puede no estar sobre la bicicleta, sino que la gestión del esfuerzo que realicen los competidores y la recuperación suponen una parte esencial para lograr los mejores resultados.
Para Brandan Márquez, que debutará el sábado en la Iron Bike, el quid de la cuestión puede residir en la capacidad para improvisar y buscar soluciones. “Es una prueba diferente en todos los sentidos. Cada día es una aventura nueva y hay que ir salvando etapa por etapa. Hay que saber gestionar las fuerzas, saber cuándo arriesgar y cuándo reservar energía y se ha de procurar conservar la mecánica”, comenta el corredor de Vigo.
Por su parte Milton Ramos, campeón el pasado año, se muestra encantado de volver a su carrera fetiche. “Es todo increíble. La comida, el ambiente de los voluntarios, lo espectacular de las zonas por las que pasas… Absolutamente todo la hace especial”, afirma el hispano hondureño. Sin embargo, los obstáculos a los que se exponen los mountain bikers son equiparables a la belleza de la zona. “La mayor dificultad está en el día a día. Como las etapas son tan duras, ir recuperando jornada tras jornada es clave. Tener que montar la tienda de campaña, no dormir bien y estar todo el día pensando en la carrera genera mucho cansancio”, opina Ramos.
FAVORITOS DE ÚLTIMA HORA
En la presente edición, entre los favoritos habituales se encuentra el hispano hondureño Milton Ramos, que llevará el dorsal de campeón, después de que el año pasado consiguiera su quinto título. Ahora, el mediático biker vuelve a los Alpes a por su sexta corona sin que el cartel de favorito le suponga una presión, puesto que su mayor objetivo no es otro que el de “disfrutar” de una de las carreras más apasionantes. “No he visto la lista de inscritos ni los perfiles. Otros años sí que los había consultado, pero esta vez voy a lo que me depare la carrera”, comenta un Milton Ramos que reconoce que su experiencia en años anteriores puede serle útil.
A pesar de lo bien que se adapta Ramos a la prueba, la competencia no pondrá las cosas sencillas. El guipuzcoano Joseba Albizu, que terminó la pasada edición en segunda posición, será a priori, el mayor rival del hispano hondureño en la lucha por el título. “Ya llevo cuatro años haciendo segundo. Creo que estará difícil ganar a Milton pero se intentará. Trataremos de hacerlo lo mejor posible y si se puede ganar pues mejor. Pero por lo menos queremos disfrutar”, asegura un Joseba Albizu que busca dar ese último paso hacia el escalón más alto del podio.
Otro de los candidatos a luchar por los puestos altos de la clasificación es el vigués Brandan Márquez. El que fuera campeón de España de MTB-Ultramaratón se enfrenta ahora a un reto nuevo para él. “Querría por lo menos estar luchando con la gente de delante. Es la primera vez que hago la prueba y el objetivo de ganar creo que me va grande, porque no sé si el formato me va a venir bien o se me va a atragantar. Es una carrera muy difícil de gestionar y sobre todo sin conocerla”, explica el corredor gallego.
Entre otros también se espera que luchen por los puestos de cabeza el catalán Albert Roca, que es un auténtico enamorado del Iron Bike; Ramón Comulada o la apuesta de Joseba Albizu, Llibert Mill. “Veo que Llibert puede andar muy bien. Este año he coincidido con él en algunas pruebas en las que le he visto muy fuerte y, aparte, es un corredor que tiene mucha técnica bajando”, advierte el guipuzcoano.
Entre las mujeres, todo parece indicar que la francesa Aurelie Grosse, ganadora en 2017, no estará en la parrilla de salida. Por su parte, las catalanas Inés Rodríguez Couso y Núria Ferrer son las bazas nacionales este año. Se trata de su primer Iron Bike y se muestra prudentes, aunque "muy ilusionadas" por lo que consideran que es "un auténtico reto, una prueba épica y legendaria que provoca cierto vértigo". La italiana Chiara Marrale y la ucraniana Elena Novikova completan el cuadro de favoritas a la victoria general femenina.
UN CLÁSICO DE ETAPAS LEGENDARIAS
El recorrido de la 25ª edición será similar al de los años precedentes, con pequeñas variaciones y sorpresas en determinadas etapas, pero siempre fiel a la esencia de la prueba. Al igual que en 2017, habrá un total de siete etapas más un prólogo inicial. Se respetará la magia de las grandes etapas del Iron Bike, las que todo el mundo espera vivir al menos una vez en la vida, como la mítica ascensión al Monte Chaberton, a 3.131 metros, en la que los aspirantes a la victoria consideran que reside buena parte del secreto de la carrera, sin olvidar la ascensión del Monte Bellino, de 2.942 metros, que implica nada menos que 1.800 metros de ascensión ininterrumpida desde el fondo del valle o el paso por el Forte de Fenestrelle, con el correspondiente descenso de 4.000 escalones a través de los túneles que conectan tres fortalezas abandonadas del siglo XIX.
REPRESENTANTES DE 15 PAÍSES
Dentro del pelotón, este año habrá nada menos que 82 bikers de nacionalidad española, cifra muy importante si se tiene en cuenta que la prueba está limitada a 150 participantes. El resto de inscritos proceden de Italia –segundo país en número de competidores, con 29 ciclistas apuntados–, Bélgica, Francia, Reino Unido, Irlanda, México, Uruguay, Polonia, Estados Unidos, Ucrania, Alemania, Suecia, Kenia y Nueva Zelanda.
MAYOR CONFORT Y PRESTACIONES
Como novedad y aunque el Iron Bike se mantendrá fiel a su espíritu de aventura y los corredores deberán dormir siempre en tienda de campaña –está terminantemente prohibido trasladarse a hoteles o dormir en autocaravanas–, este año los participantes que lo deseen podrán contratar un servicio especial de mecánica, traslado de equipajes, montaje de tiendas y masaje deportivo que hará algo más llevadera la parte de logística y significará una mayor garantía de éxito a la hora de conseguir el objetivo soñado. De ello se encargará el experimentado equipo de Pinyi Bicis, que el año pasado ya estuvo ofreciendo servicio de mecánica y que en la presente edición amplía sus funciones y se establece como asistencia oficial.