Hace ya 23 años que Manuel Azcona (1952, Zurukuain - Navarra) puso en marcha la AD Galibier, matriz del Equipo Lizarte. Una vez rebasado el ecuador de la temporada y en vísperas de los Campeonatos de España, es buen momento para entrevistarnos con él y escuchar su opinión sobre la marcha de la temporada 2017 del conjunto ‘rosa’.
En 2016 el Equipo Lizarte llegó a los Campeonatos de España con 16 victorias en su casillero; a día de hoy lleva 10. ¿Está siendo peor temporada?
¡En absoluto! De hecho, yo diría que nos está yendo de lujo otra vez. Es cierto que llevamos menos victorias que la pasada campaña, pero también lo es que aquellas que contamos son de muchísimo nivel. Hemos ganado dos de las principales rondas del calendario, Vuelta a Bidasoa (con Sergio Samitier) y Volta a Lleida (con Nícolas Sessler). En nuestro objetivo de cada temporada, la Vuelta a Navarra, hemos disputado la victoria tú a tú a uno de los mejores equipos de desarrollo del mundo. Tanto los ciclistas como los técnicos están actuando de 10.
¿Cuál ha sido la mejor carrera del equipo hasta ahora?
Yo soy un enamorado de actuaciones como la que tuvimos en Vuelta a Bidasoa. Logramos ganar ante un pelotón de altísimo nivel encabezado por los italianos de Colpack porque supimos hacerlo todo bien: un solo fallo y la carrera se hubiera escapado. Por fortuna, Juanjo Oroz realizó una dirección impecable y los ciclistas, una demostración de talento y compromiso. En aquella carrera fuimos un auténtico equipo, una piña; lo somos casi siempre, y gracias a esto llegan triunfos como Bidasoa o la reciente Volta a Lleida. Esa unión es nuestra mayor victoria, la que nos hace sentir más orgullosos.
La temporada está teniendo dos nombres propios: Jaime Castrillo y Sergio Samitier.
Es una pareja que ya lo tiene todo hecho en la categoría sub23. El paso lógico es que salten a profesionales la próxima temporada para, con el tiempo, convertirse en ciclistas de talla mundial. Sergio Samitier es un corredor con muchísimo poder y olfato ganador. No es simplemente un ciclista rápido, de esos que no logran despuntar cuando las carreras son demasiado exigentes, sino capaz de dar la cara o incluso tirar del carro cuando hace falta. Jaime Castrillo tiene menos ‘punch’, pero el mismo poderío. Es uno de los mejores motores que ha pasado por la AD Galibier y andará mejor en la máxima categoría, con más kilómetros y dureza en los recorridos, de lo que lo ha hecho en sub23.
En cuanto a los Elite, ¿cómo les evalúa?
Mikel Ezkieta es uno de esos ciclistas imprescindibles en cualquier equipo. Este año está logrando rendir a muy buen nivel y ser muy útil en cada carrera. Nícolas Sessler está en una situación similar a Castrillo o Samitier: listo para pasar a profesionales. En la máxima categoría funcionará porque no sólo tiene gas, sino que además es muy inteligente y mide todo a la perfección. Respecto a Antonio Soto, comenzó la temporada a un nivel altísimo que se vio truncado por la caída del Memorial Momparler. Sin embargo, poco a poco está retornando por sus fueros y en breve volverá a ser competitivo en cada carrera que dispute.
De aquí al final de temporada, el Equipo Lizarte participará en al menos dos pruebas extranjeras, la Volta a Portugal do Futuro y el Giro della Valle d’Aosta. ¿Por qué es importante competir fuera de España?
Por dos razones. La primera: correr esas vueltas incrementa el nivel de los ciclistas y el prestigio del equipo, ya que nos sitúa en un pelotón junto a los mejores del mundo. La segunda: en el calendario amateur español carecemos de carreras con los kilometrajes y la dureza de estas pruebas extranjeras. La carga de trabajo que supone una vuelta como Aosta es necesaria para la progresión del ciclista.
¿A qué altura espera ver al Equipo Lizarte en las pruebas internacionales?
El año pasado en Aosta recibimos un baño de realidad. No teníamos experiencia en vueltas de esta calidad y no sabíamos cómo se afrontaban. Ahora tanto ciclistas como técnicos ya tenemos ese poso y sabremos correr un poco mejor que el año pasado. El nivel de las carreras extranjeras que correremos es muy elevado y será difícil destacar, pero estoy convencido de que dejaremos nuestra impronta y recabaremos lecciones muy valiosas.
Este año el calendario del Equipo Lizarte es muy extenso. Ya ha disputado 66 días de competición y hay previstos 55 más. En 2016, en cambio, fueron 110 jornadas en total. ¿Teme que la temporada se haga larga?
Un poco. El año pasado los esfuerzos estuvieron muy bien medidos y llegamos a agosto y septiembre fuertes; esta vez hemos apostado por asumir un poco más de carga y quizá lleguemos con menos frescura a la parte final de la campaña. Sin embargo, confiamos en la profundidad de nuestra plantilla y consideramos que es bueno poder ofrecer un buen calendario a todos y cada uno de los ciclistas del equipo.
En el lado positivo está el hecho de que han pisado el podio de alguna carrera tantos ciclistas (nueve) como lo hicieron en el total de la pasada campaña.
Es un dato que refleja la profundidad de plantilla de la que hablábamos antes. Nuestra filosofía siempre ha sido incorporar cada invierno un buen grupo de juveniles que pudiera crecer junto a nosotros, con nuestro valores, y ofrecerles confianza para que taparan el hueco de aquellos que se graduaran pasando a profesionales. Por fortuna lo estamos logrando: ciclistas como Carlos Ruiz, Urko Berrade o José Félix Parra han demostrado estar preparados para asumir galones en un futuro próximo, e incluso otros como Roger Adriá o Álex Jaime están siendo muy competitivos ya en su primer año de sub23.
¿Con qué expectativas afronta el Equipo Lizarte el Campeonato de España?
¡Con muchas! Estoy muy ilusionado con la contrarreloj sub23 en particular: creo que Sergio Samitier y Jaime Castrillo tiene opciones reales de medalla. En la línea sub23, una docena de nuestros corredores participarán con sus selecciones autonómicas y estoy seguro de que alguno estará en la pelea por la victoria. Para las mangas Elite, tenemos mucha confianza en el coraje de Antonio Soto.
