Pensar en alternativas ecológicas de transporte o que sean amigables con el medioambiente es cada vez más recurrente en los jóvenes de hoy. Las consecuencias de la contaminación son cada vez más notables en los cambios climáticos que se viven a nivel mundial. Es por ello que una opción más que interesante para tener en cuenta es la bicicleta eléctrica.
Si bien las bicicletas eléctricas suelen ser un poco más costosas que las tradicionales, tienen múltiples beneficios para tener en cuenta, principalmente si se piensa en ellas como reemplazo de la motocicleta o automóviles.
¿Qué es la bicicleta eléctrica?
Para quienes no están interiorizados en el tema, este tipo de bici es un vehículo que lleva incorporado una batería con la capacidad de almacenar la energía. Suelen estar hechas de plomo, níquel e hidruro metálico, o de ion-litio. Además, cuentan con un motor integrado en una de las ruedas, generalmente la trasera.
Si te estás preguntando cuánto dura la batería y si va a ser suficiente para tu recorrido, la respuesta dependerá del modelo que elijas pero, en promedio, permiten una autonomía de alrededor de 30 kilómetros hasta tener que volver a recargarse de nuevo.
Cuentan con un visor digital donde podrás visualizar la carga de la batería y regular el nivel de asistencia. Además, tienen un sensor que le permite detectar si el conductor va pedaleando o no.
De esta forma, contar con asistencia en el pedaleo permite que todos puedan utilizarla sin importar el estado físico, dado que pueden ir graduando la intensidad para evitar realizar grandes esfuerzos y recorrer más trayecto con menos exigencia física.
Es importante antes de realizar la compra identificar para qué vas a utilizar la bici, dado que suele ser recomendada para uso urbano. Por ejemplo, para ir al trabajo evitando el transporte público y realizando actividad física sin que eso signifique una gran exigencia corporal.
Beneficios de la bicicleta eléctrica
Realizas ejercicio físico
Al igual que con las tradicionales, incorporar como hábito trasladarse en ellas es bueno para la salud porque estarías cumpliendo con la actividad física diaria recomendada.
Si bien al ser eléctrica el pedaleo es asistido, esto no quiere decir que no estés realizando actividad física y haciendo funcionar tus músculos. Es más, puedes regular el nivel de asistencia por si algún día prefieres realizar más esfuerzo que otros.
Ahorro en combustible
Las bicicletas eléctricas son de bajo consumo por lo que es mucho más económico realizar su recarga que abonar el combustible de cualquier otro vehículo.
Bajo mantenimiento
No tendrás que preocuparte por costosos mantenimientos regulares como es el caso de las motos o los autos. Las baterías duran en promedio 7 u 8 años, por lo que luego de ese período deberás cambiarla.
Olvídate de llegar tarde
Transportarse en coche significa que no dependa únicamente uno mismo estar en horario, dado que un embotellamiento puede retrasarte y hacerte perder el tiempo. La bicicleta es muy ágil y permite llegar más rápido a destino.
Subir las cuestas sin miedo
A diferencia de las bicis tradicionales, las subidas no significan una pesadilla. Gracias a su mecanismo de asistencia, no te costará un esfuerzo extra subir una cuesta.
Es más, hay modelos en los que puedes seleccionar una opción de menú en donde indiques que estás en terreno elevado para que tenga mayor potencia.
Parking accesible
Dependiendo de la zona a la que te dirijas, en las grandes ciudades suele ser complicado conseguir lugar para estacionar tu auto, por lo que la mayoría termina destinando una buena suma de dinero en plazas de estacionamiento.
Si bien la bici eléctrica llama la atención para dejarla en la calle, en los parking suele siempre haber espacio para bicis que son muchísimos más económicos que si tuvieras que estacionar un auto.
Ahora que conoces todos las ventajas de adquirir esta opción de transporte, ¿estás listo para hacer el cambio?
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