Siempre un pequeño paso hacia adelante cada día en rendimiento, sensaciones y resultados, Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk CX Team) consiguió concluir a menos de cuatro minutos del belga Kevin Pauwels (Sunweb) un Superprestigio de Francorchamps inmisericorde con leyendas como Sven Nys -lejos, como ayer sábado en Koksijde, de su mejor forma- o con especialistas de nombre más humilde como el de Amezaga. Las terribles laderas del circuito de las Ardenas, combinadas con una ligera ración de barro resbaladizo y largos tramos de asfalto, causaron numerosos abandonos y ofrecieron un terreno selectivo donde Larri (23º) se manejó con una cierta soltura.
"... Y este resultado, contando con que he pinchado a falta de vuelta y media y lejos del control", advertía Larrinaga ya de vuelta a su hotel, antes de volar de regreso a Euskadi mañana a mediodía para pasar tres jornadas de descanso y entrenamiento en casa antes de Milton Keynes. "Estaba rodando 16º; iba con Meisen, Mariusz Gil o Sven Vanthourenhout... para mí, al menos en cuanto a puesto, estaba haciendo mi mejor carrera internacional de siempre. Ha sido mala suerte, pero aun así estoy súper contento con Spa y con el fin de semana en general".
"El circuito era una barbaridad. La ladera a pie te obligaba a sufrir muchísimo y la subida de asfalto antes de meta también era realmente duro. A mí me ha venido muy bien que de salida la gente no fuese tan rapido: me he podido enganchar al grupo y en cada paso por la llegada ganaba puestos, se me daba bien ese tramo. Han sido dos carreras duras que nos obligarán a descansar otro par de días, por lo que no podremos trabajar mucho antes de Milton Keynes, pero la sensación es de gran confianza. Sigo creyendo que estoy mejor que el año pasado y estoy con muchas ganas para Gran Bretaña, pero sin obsesionarnos, porque cualquier percance puede dar al traste con todo", concluye el alavés.
Foto ©: Luc Van de Meiren
