Unai Elorriaga ha terminado quinto en la puntuación de la penúltima jornada del Mundial de pista de Melbourne, en lo que es un excelente resultado pero que ha sabido a muy poco vista la actuación del pistard vasco que mereció una medalla y que incluso tuvo opciones durante muchas fases de la carrera de llevarse el ‘arco iris’.
Con 24 puntos, el español era superado por el australiano Cameron Meyer, con 33, el británico Ben Swift (32), el belga Kenny De Ketele (30) y el neozelandés Aaron Gate (28), en un vibrante final que dio al traste con el excelente trabajo de Elorriaga en todas las vueltas anteriores.
La carrera tuvo tres fases bien diferenciadas. Una primera en la que Elorriaga y Swift dominaron en la mayor parte de los sprints, alternándose en la cabeza de la general provisional, con claro dominio del vasco tras el séptimo sprint; una segunda, plasmada en una racha de cuatro sprints ganados por parte del belga que se colocaba como líder virtual, con 25 puntos, los mismos que Swift, frente a los 23 del español, a falta de tres sprints.
Y una tercera que comenzó a falta de veinte vueltas cuando un fortísimo ataque del australiano Meyer –que había sumado sigilosamente algunos puntos y ya había tensado al pelotón a modo de prueba ante el que sería su ataque mortal- encontró la perfecta réplica del neozelandés Gate, ante el cansancio del español y el británico y la falta de colaboración del resto de pelotón. De esta forma, los dos oceánicos daban un vuelco a la clasificación al ganar vuelta a falta de cuatro, sacando a Swift y Elorriaga del podio, aunque el último sprint victorioso del británico le permitió volver a entrar en él, con la medalla de plata. Peor suerte corrió el español, que se quedaba en una quinta plaza que sabía a muy poco.
Leire Olaberria por su parte, terminaba octava en el omnium femenino, con 62 puntos, tras haber ganado el scratch en esta segunda jornada. La victoria correspondía a la británica Laura Trott, por delante de la australiana Annette Edmonton, separadas por sólo tres puntos (28 a 31), con la norteamericana Sarah Hammer en tercera posición, con 36 puntos.
La española, pese a estar bastante más entonada que en la primera jornada, quedó lejos de las primeras. Pese a ello, Oliver se mostraba satisfecho de lo visto en este segundo día. “Hoy hemos visto a la Leire del año pasado, mucho más centrada y confiada. Como estaba todo perdido, ha salido a jugársela en el scratch y le ha salido. Espero que le de la confianza que necesita de cara al futuro, porque como te decía ayer, se encuentra muy bien de forma. Sólo tiene que creérselo”.
La primera prueba del día fue la persecución, en la que se imponía la canadiense Tara Whitten (3-30-011), con Olaberria novena, con 3-38-938. Leire recuperó las sensaciones ganando el scracth, para finalizar su concurso en los 500 metros con la undécima posición, con 36-423. Trott y Edmonton se jugaban el oro en esta prueba –separadas por sólo dos puntos-, pero el triunfo de la británica no dio opción a la australiana.
Finalizando con la persecución, Asier Maeztu terminaba, con 4-23-334, mientras Sebastián Mora era decimoquinto, con 4-28-094. Los tres mejores tiempos de la clasificatoria fueron para los australianos -Michael Hepburn, a la postre ganador del oro, Jack Bobridge y Rohan Dennis-, aunque al final el neozelandés Westley Gough sería quien completase el podio.