Todos los medios han centrado la atención en la prueba de Karrantza, afirmando que allí se inauguraba la verdadera temporada de los “Juegos del Barro”. ¡FALSO! Un día antes, se celebraba en Arrasate una de las pruebas regionales del Torneo Euskaldun. También con mucho frio y lluvia, y sobre un circuito muy incomodo de esos que acostumbran a diseñar en la Gipuzkoa profunda
El sábado había que reservar fuerzas para la Copa Nacional del domingo, por eso en Arrasate tan solo estaban los auténticos fanáticos del ciclocross. Competir en un circuito de 1ª división como el de Karrantza, con todas las estrellas del ciclocross nacional, cientos de espectadores, fotógrafos, cámaras de televisión, megafonía, etc…, es de lo más espectacular. Pero a veces también es bonito poder celebrar un emotivo pódium como el de Arrasate, en el que un humilde “rokie local” como Jon Astondoa consigue subirse al pódium junto a un “peso pesado” como Javier Ruiz de Larrinaga (actual Campeón de España).
Que un Organizador no disponga de grandes medios, no quiere decir que no ponga empeño y pasión. Apenas media docena de voluntarios había en la 2ª edición de Arrasate, corriendo con los pantalones empapados de un lado a otro del circuito, enderezando estacas torcidas y recolocando las pocas vallas de que disponían. Pero gracias a su esfuerzo todo salió a la perfección. En cambio al día siguiente, en la 22ª edición de Karrantza, más de un centenar de miembros de la organización bien abrigados y uniformados, mantenían el orden en puestos fijos y misiones bien concretas.
En realidad, esta crónica estaba destinada a ser una dura crítica a la Organización de Karrantza. Con un circuito más desolado que Bosnia-Herzegovina, unos Boxes solo aptos para “tipos duros”, un parking convertido en laberinto sin salida, un constante olor a pienso rancio, unas duchas a las que los futbolistas jamás volverán a entrar, y unos espectadores desesperados obligados ellos también a practicar deporte de riesgo… Analizando las imágenes y videos publicados del evento, uno no sabe si se trata de un documental de guerra, una película de terror, o un concurso de humor amarillo. Demencial.
Sin embargo, al cabo de un tiempo empieza uno como a salirle una sonrisilla… Y después de recapacitar durante tres días, la indignación se convierte en plena satisfacción y orgullo de haber estado presente. Llegamos a la conclusión de que la prueba de Karrantza es perfecta tal cual esta, y que ojalá conserve el mismo espíritu muchos años más. Por favor: ¡No modifiquéis absolutamente nada!
Desde BikeZona queremos agradecer tanto al Tradicional Premio de Karrantza como a la carrera de Arrasate, por volvernos a recordar la autentica “Old School” del CicloCross y lo bonito que es este deporte.
Joseba León - Corredor del BzTeam - foto: Irati Urdaibai
