A sus 29 años, Jonathan Castroviejo (1987, Movistar Team) disputará sus segundos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016 y con un doble reto: “darlo todo” por Alejandro Valverde en la línea y luchar por el mejor puesto posible en la contrarreloj. En Londres 2012,se quedó a un paso del diploma olímpico. Su ilusión ahora es mayor, luchar por las medallas, como hizo el año pasado en el Campeonato del mundo de Richmond, cuarto a tres segundos del bronce.
Su temporada hasta Río ha estado marcada por una grave caída en la Volta ao Algarve en febrero, cuando se dañó dos vértebras. Estuvo casi cuatro meses sin competir y con un corsé y un collarín de compañeros. Pese a su sacrificio y su plata en el Nacional de contrarreloj a su regreso, no entró en el nueve del Movistar Team en el Tour de Francia, “fue un palo, pero ya está olvidado”, asegura, y cuando había perdido la ilusión la llamada del seleccionador Javier Mínguez sí le recompensó.
- Entiendo que muy ilusionado por acudir a sus segundos Juegos Olímpicos.
- Era algo que no esperaba después de todo lo que he pasado este año. Y siempre se había insistido en que era primordial correr el Tour para poder ir a los Juegos. La verdad es que ya se me había ido la ilusión y la convicción de que podía ir. El último día de Polonia me llamó Javier (Mínguez) y fue una alegría. Me hace bastante ilusión. Unos Juegos Olímpicos no se corren todos los años y es un placer.
- Pese a su grave caída y estar casi cuatro meses sin correr, no bajó los brazos para poder estar en el Tour y los Juegos.
- Sí, aunque no haya ido al Tour, el intentar llegar era sobre un todo un reto personal. Eso pienso que me vino bien para recuperarme. Porque al final tienes que tener siempre un objetivo porque si no es complicado cuando tienes un accidente así. La verdad es que se hace todo más ameno. Fue un palo para mí no ir al Tour, pero ya está olvidado, y ahora tengo muchas ganas de ir a los Juegos.
- ¿Cuáles son sus sensaciones a una semana de competir en Río?
- Buenas. La verdad es que me encontré bastante bien en Polonia. Quizá la última crono no era del todo para mí, muy rápida, a 52 de media –fue segundo-. Sobre todo, estoy contento porque me estoy encontrando bien físicamente.
- El primer reto será la prueba en línea y con un líder como Alejandro Valverde.
- Con Alejandro el objetivo es darlo todo, intentar hacerlo lo mejor posible, para que llegue al final con todas las opciones de disputar la medalla. Para eso vamos.
- Su reto personal es la prueba contrarreloj.
- Lo bueno que tienen los Juegos es que hay cuatro días entre la línea y la crono y que hay tiempo de sobra para recuperar el cien por cien. Entonces, no afecta el darlo todo en la línea. De cara a la crono, siempre tengo mis dudas, como todo el mundo, por cómo es el recorrido. Lo he mirado más específicamente y tiene muchísimo desnivel y sí que puede ser para alguien que venga del Tour, como Froome o Dumoulin, pero lo daremos todo y a ver qué sale. Son prácticamente 900 metros de nivel que es mucho para una crono y son 55 kilómetros por lo que será de una hora y diez, una hora y cuarto. Por lo menos, creo que han asfaltado un tramo de pavés, ¡menos mal!
- El primer paso es alcanzar un diploma olímpico después de quedarse a once segundos en Londres 2012.
- Sí, está claro. En Londres, me quedé muy cerca y en unas circunstancias similares, incluso fue más de rebote y sorpresa. Me llamaron cuando entrenaba tranquilamente y me dijeron ‘pasado mañana coges el avión a Londres’. Esta vez no ha sido tanto, pero sí parecido. El objetivo en principio es conseguir un diploma y por qué no luchar por las medallas. Primero, hay que aclimatarse a un continente diferente y es bastante cambio.
- En el Mundial de Richmond se quedó a tres segundos del bronce…
- Precisamente, el otro día me estuve acordando del Mundial de Richmond: no era un circuito para mí y he mejorado en bastantes cosas. Por qué no puedo estar ahí también. Me encantaría.
- Tras los Juegos Olímpicos, ¿conoce su calendario?
- Tengo la Vuelta a España programada. Este año me toca, como en 2012 y 2014. El estímulo es ir a ganar con Nairo (Quintana) si va como está previsto. El objetivo es ganar o hacerlo lo mejor posible.
- Por cierto, ¿qué cree que le ha faltado a Quintana en el último Tour?
- No sé. Lo cierto es que me ha tocado verlo desde una perspectiva diferente. Siempre he estado con él, incluso en la habitación. Desde dentro, nunca he dudado de él. Pensaba que iba a andar más en el final del Tour como siempre ha hecho. Todos los años no son iguales y no hay que darles más vueltas.
fuente: rfec.com