·En 2013, el día de su debut oficial con el equipo Omega-Quick Step, ganó la etapa que finalizó en Villa Mercedes y se enfundó el jersey de líder
· Meses después ganaría cinco etapas del Giro de Italia, además de la regularidad, y dos del Tour de Francia · Tras un irregular 2014, en el que una caída en la ronda gala le tuvo mes y medio inactivo, regresa a San Luis con ganas de revancha
· “Tengo buenos recuerdos de esta carrera, la he corrido los dos últimos años y creo que es una de las mejores maneras de prepararse”, dice Mark
Pese a sus 11 victorias, lo que para cualquier otro ciclista sería una hazaña, el 2014 no ha sido un buen año para Cavendish. El velocista del Omega-Quick Step tenía el Tour de Francia por objetivo. Obviamente, no la clasificación general sino las victorias de etapa y, muy en concreto, la primera, con final en Harrogate, el pueblo natal de su madre y donde aún residen sus abuelos. Mark llevaba muchos meses soñando con el triunfo en esa primera etapa de la ronda gala, ya que además le hubiera otorgado el maillot amarillo, pero el exceso de ganas acabó por mandarle primero al suelo y luego al hospital con una luxación del hombro derecho y su consiguiente rotura de ligamentos, por lo que días después incluso tuvo que pasar por el quirófano.
Cavendish volvió a competir mes y medio después e incluso ganó dos etapas en el Tour de Poitou-Charentes, pero las grandes citas de la temporada se habían acabado para él. Por eso, porque el 2014 no ha sido un buen año y porque quiere recuperar el tiempo perdido, el corredor de la Isla de Man ha competido este invierno en pista, ganando junto a su compañero Iljo Keisse los Seis Días de Zúrich y finalizando en segunda posición los de Gante.
La pista, una especialidad en la que había sido dos veces campeón del Mundo de madison, en Los Ángeles 05 (haciendo pareja con Rob Hayles) y Manchester 08 (con Bradley Wiggins), le habrá dado probablemente este invierno (en Europa) el punto de forma necesario para lucirse en San Luis, donde al igual que los dos últimos años ha confirmado su presencia. “Tengo buenos recuerdos de esa carrera”, explica Cavendish de la mejor prueba del calendario latinoamericano. “He corrido allí los dos últimos años y creo que es una de las mejores maneras de prepararse”, añade. En 2013, de hecho, ganó la etapa que finalizó en Villa Mercedes y se enfundó el maillot de líder. Meses después ganaría cinco etapas del Giro de Italia, además de la regularidad, y dos del Tour de Francia, señal de que la experiencia argentina fue enormemente positiva.
En 2014, sin embargo, como si de una premonición se tratara, no ganó ninguna etapa en el Tour de San Luis y después no tendría, por los motivos explicados, un buen año, de ahí que esta vez se haya preparado a conciencia para llegar a Argentina en un buen estado de forma. “La de 2013 fue mi primera victoria con el equipo Omega-Quick Step”, dice recordando su breve paso por el Sky.
“San Luis es hermoso y tiene gente estupenda. Confío en tener éxito esta próxima vez”.
Con 25 victorias de etapa en el Tour de Francia –sólo Merckx (34) e Hinault (28) le superan, aunque Leducq está empatado con él-, 16 en el Giro de Italia y 3 en la Vuelta a España, Cavendish es el actual rey del sprint, si bien Kittel, Greipel, Kristof y Bouhanni, entre otros, se lo ponen cada vez más difícil. En San Luis, formando parte del potentísimo Etixx – Quick - Step, estarán junto a él los polacos Michal Kwiatkowski, el actual campeón del Mundo, Michal Golas y Lukasz Wisniowski, el italiano Fabio Sabatini y el belga Guillaume Van Keirsbulck.
Con Cavendish y Kwiatkowski, quien en 2013 también llevó un día el maillot de líder del Tour de San Luis, es evidente que el equipo Etixx-Quick Step será uno de los más seguidos, visitados y aplaudidos por la entusiasta afición argentina, cada vez más entendida en ciclismo.
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