En el ciclismo no existen guiones. Y aun guardando un sentido respeto por la gloriosa incertidumbre de este deporte, no se esperan grandes sobresaltos entre Chantilly y París para la 21ª y última etapa del Tour 2016.
Chris Froome rodará hacia su 3ª coronación en la Grande Boucle, Sam Bennett será menos exhaustivo en su celebración, ya que termina como farolillo rojo por primera vez en su carrera, Peter Sagan hará sitio en su armario para un quinto maillot verde y Rafal Majka volverá a encontrarse con un maillot de lunares que ya fue su consuelo tras el abandono de Alberto Contador en 2014.
Queda una prestigiosa victoria en liza en los Campos Elíseos, después de ocho vueltas a un circuito que servirá de broche final al Tour. A veces, un golpe de fuerza y de suerte permite a un atacante sorprender al pelotón, y si no que se lo pregunten a Eddy Seigneur, en 1994 o Alexandre Vinokourov, en 2005. Si la trampa funciona cada 11 años ha llegado el momento de apretar el botón y Peter Sagan es todo un experto.
Las probabilidades de ver un sprint masivo son altas y los pretendientes numerosos. Marcel Kittel, André Greipel, Bryan Coquard o Alexander Kristoff no echarán de menos la amenaza de Mark Cavedish, que ha terminado cancelando una cita que, pensábamos, que había fijado como prioritaria en su agenda.
fuente: letour.fr