
Si se pudiera extraer la tensión acumulada en esta pesadilla de atasco diario y transformarla en energía, se moverían muchos “setentas”, muchos otros autobuses y quién sabe, retornarían de nuevo los tranvías ¿por qué no? No tenemos “poderes” pero hay una forma de transformar una parte de esa energía y se llama bicicleta. Muchas de las gentes que irremediablemente se atascan todas las mañanas podrían acudir a su destino montando en bicicleta, haciendo un poco de ejercicio leve y saludable y sonriendo tranquilamente al resto de la humanidad que se cruza en su camino. En otras ciudades españolas, como pasa en el resto de Europa, ya están creando carriles-bici como alternativa de transporte, en Madrid se empieza a ver algo pero no basta con poder dar la vuelta a la urbe con un “anillo verde”, qué mareo. Queremos movernos en la ciudad, dentro de ella, usar la bicicleta todos los días, que sea algo cotidiano. Poder ir al kiosco de prensa, quedar con la gente, dar un paseo, ir a la biblioteca, al cine a los espectáculos... a una terraza. Si niñas y niños utilizan ahora la bici ¿no creéis que cuando sean hombres y mujeres utilizarán el coche de otra manera? El coche es solo una herramienta y hay que aprender a utilizarla. Muchas de las veces que se elige el coche se llega más tarde. No hay sitio para aparcar, el bolsillo lo nota, la realidad se torna en locura y el estrés deteriora la convivencia. Parece que nuestros dirigentes están esperando a que la ciudad explote y salgamos todos volando por tejados y chimeneas, envueltos en contaminación, estruendo y malestar. ¡No queremos vivir en un barrio apestoso, frenético y ensordecedor!. Para que el uso de la bici sea mayor hace falta voluntad e imaginación, una ligera modificación en las calles, en absoluto costosa, nada que ver con ampliaciones de las EMES-30. Las bicis necesitan su propia vía para circular con seguridad, sin arrollar al peatón y sin ser aplastadas por los coches.

Por eso estamos aquí y queremos seguir estando con nuestras bicis y nuestros deseos de pedalear disfrutando de la satisfacción de moverse sin motor y sin ruido. Un carril-bici nos ofrecería una alternativa de transporte barato, limpio y sano, al alcance de cualquiera. ¡Queremos ir al trabajo y al cole en bici! ¿Y por qué no? ¡Queremos un medio de transporte sano y lúdico al alcance de todos y todas, peques y mayores! ¡Queremos facilidades para unir zonas residenciales con espacios verdes y centros educativos! ¡Queremos distritos pensados a la medida de las personas y no de los coches! ¡Queremos que nuestros hijos e hijas tengan respeto por el entorno dentro de su propia ciudad! ¡Queremos que los barrios tengan una movilidad más “amable”, a escala de las personas y no modos de circular que secuestran el espacio común, afeando el entorno vecinal! Nos estamos quedando atrás. Madrid presume de olímpica, pero no facilita opciones afines al ejercicio y el deporte. Porque transporte no equivale a automoción. Porque planteamos una movilidad no excluyente, respetuosa con el conjunto del vecindario y porque la mejora de nuestra vida cotidiana es irrenunciable y cada vez más necesaria. ¡Ahora es el momento: carril-bici ya! También en Ciudad Lineal. Mas información.