La primera de las siete etapas que nos llevarán hasta Hondarribia servirá como toma de contacto con el tipo de carreteras por las que circularemos y también con el resto del grupo con el que vamos a compartir la ruta. Hoy era día de disfrutar, rodar en los muchos kilómetros llanos que nos acercan al Pirineo y disfrutar de los paisajes. Esto es largo y hay que guardar fuerzas. Pero no, no ha sido así, y no podía ser de otra manera.
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En Roses, los corredores de la Transpyr Backroads tomábamos la salida por delante de los que van con sus bicis de montaña. Hemos ido muchos kilómetros todos juntos, a buen ritmo. Dos filas paralelas y relevos un tanto anárquicos. Poco después del avituallamiento del km. 60 empezaba la subida al Collet del Sucre. 12 kms. Con una pendiente media del 4% y alguna rampa del rampa del 13. Esta primera dificultad montañosa nos ha puesto a cada uno en su sitio y ya hemos roto a sudar. Primer calentón. Se rompe el grupo y a partir de aquí pedaleamos en cabeza unos 10 corredores. La bajada una sorpresa, algo nuevo en el recorrido con respecto a otros años. Nos han metido por un camino rural estrecho, lleno de baches y grava suelta, con curvas muy cerradas estilo Z, y gran porcentaje. Creo que no habremos pasado de 15 por hora en esa zona, cuesta abajo, y nos alegramos de no haberlo hecho en sentido contrario. De este estilo serán muchos de los kms que hacemos en la Transpyr Backroads aunque no tan rotos.
Llegamos al segundo avituallamiento, nos dan pasta, fruta y galletas para afrontar el resto del recorrido con fuerza. Sólo 40 kms donde se concentra toda la dureza de la etapa. Dos tachuelas y el coll de la Boixeda que suman 1200 mts de desnivel. Las subidas no son muy duras pero, ya sabéis, eso depende de cómo quiera ir cada uno. Al tratarse del tramo cronometrado (vía Strava para aquellos que lo usen) el grupo se ha roto, aunque nos hemos esperado en la cima para entrar juntos en la meta de Camprodon, junto al puente medieval. Buena gruppeta hemos formado con gente de Iruña, Barcelona y Girona, lo hemos pasado bien atravesando el Alt Empordá y la Garrotxa y creo que vamos a ser buenos compañeros de aventura.
Hoy más. A ver por dónde nos llevan mañana hasta la Seu d´Urgell.
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