Tanto los profesionales, como los aficionados al ciclismo sufren de problemas de adormecimiento o entumecimiento de las manos, y sobre todo en carretera, cuestión muy desagradable y molesta, que crea problemas de rendimiento a la hora de entrenar o competir.
Por lo general, este entumecimiento se produce por una excesiva compresión de los nervios de la muñeca o del codo. Este exceso de compresión de los nervios se puede corregir en buena manera, con un buen posicionamiento de nuestro cuerpo en la bicicleta. Una buena postura a la hora de pedalear, no solo nos va a reducir o incluso eliminar muchos problemas físicos, sino que mejoraremos considerablemente nuestro rendimiento.
A continuación os vamos a dar una serie de consejos, para paliar en lo posible, el entumecimiento de las manos cuando vamos en bicicleta, especialmente en recorridos largos:
1. Ejercicios previos de estiramiento
Los estiramientos te ayudarán a aumentar la movilidad y el flujo sanguíneo, y preparar las manos para que no sufran excesivamente mientras montas en bicicleta, algo que ayudará a aliviar el entumecimiento.
2. Cambia la posición de las manos en el manillar
Los manillares de carretera están diseñados de forma que permiten colocar las manos en tres posiciones distintas. Y el consejo que os damos, es que vayáis cambiando de posición las manos entre esas tres posiciones que te permiten los manillares de carretera.
La posición de las manos en la Intersección del manillar y las manetas de freno te permite acceder a los frenos y a los cambios sin tener que adoptar una postura tan agresiva como cuando se colocan las manos en la curva del manillar. Esta posición te permite mantener un control de la bicicleta en todo momento y es una postura que os recomendamos mantengáis el máximo tiempo posible, ya que mantiene los nervios de las manos y codos, con menos presión.
Otra buena posición, incluso que produce aún menor presión sobre los nervios, es el de las manos sobre la barra horizontal. Además posturalmente es la que pone al cuerpo más erguido y alivia la presión sobre la espalda. Se utiliza mucho cuando escalamos puertos largos de montaña, aunque resulta la más delicada en cuanto a control de la bici, ya que situamos las manos en la parte central del manillar y no tenemos acceso rápido a los frenos.
La posición que más problemas nos va ha producir en cuanto al entumecimiento de las manos, es cuando colocas las manos en el extremo curvado del manillar. Recomendamos que esta posición se utilice lo menos posible. Es muy adecuada para controlar mejor la bicicleta en las bajadas, mejorar la aerodinámica y ganar velocidad en el llano, pero os recomendamos que las manos solo las coloquéis en la parte curvada durante breves periodos de tiempo, ya que en esta posición, la postura del cuerpo fuerza la espalda y el cuello.
3. Apoya los isquiones en la parte posterior del sillín
Muchas veces al pedalear y sobre todo cuando ascendemos largos puertos de montaña, tendemos a adelantar nuestra posición sobre el sillín. Esto ocurre frecuentemente y sin darnos cuenta, con lo que vamos trasladando gran parte de nuestro peso a nuestros brazos y manos, y volvemos a empeorar la presión que se ejerce sobre los nervios de muñecas y codos.
Por ello os recomendamos que vigiléis la posición en el sillín, asentando bien los isquiones sobre la parte final y ancha del asiento. Los huesos isquiones son cada uno de los huesos situados en la pelvis que forman parte de cada coxal, al fusionarse con el ilion y el pubis. Esto te permitirá aligerar el peso del cuerpo que soportan los brazos y manos, y activar los glúteos y el core ( zona muscular que envuelve el centro de gravedad del cuerpo) al pedalear.
4. Posiciona el codo con un ligero ángulo
Procura no mantener los brazos extendidos y bloqueados, y dobla el codo ligeramente. Esto ayuda a ejercer menos presión sobre los nervios del codo, y por tanto, el entumecimiento de las manos. Si no puedes mantener los brazos un poco flexionados en las tres posiciones del manillar, es posible que la talla de tu bicicleta no sea la correcta para ti, y te esté un poco grande.
Confiamos que con estos cuatro sencillos consejos podáis ir, poco a poco, mejorando esos molestos síntomas de adormecimiento y entumecimiento de las manos.