Nunca antes se había visto un caso similar. De los casi 700 inscritos en la Noguera Bike Race tan solo 6 fueron capaces de llegar a la linea de meta después de realizar la ruta completa. A las 8 de la mañana caía un tremendo aguacero y todo apuntaba que la zona alta del recorrido estaría intransitable por culpa de la nieve y la arcilla que allí se forma. La organización advertía por megafonía que la temperatura en algunas zonas descendía a 3 grados bajo cero, y que el kilometraje total se reducía considerablemente. Finalmente de los 685 inscritos, tan solo se presentaban a la salida 165 valientes. Del resto, o ya se habían vuelto para casa, o se quedaban protegidos bajo las carpas del Camping La Noguera, viendo como se iniciaba la aventura sin ellos.
Avanzada la prueba había que decidir qué ruta realizar. 125 participantes optaron con sensatez por el recorrido corto, y aún así, de estos solo pudieron alcanzar la meta 57 personas. Las previsiones de los equipos de rescate se confirmaban y las famosas mantas térmicas empezaban a hacer su función. Pero la verdadera odisea la vivieron los 40 locos que se dirigieron a la ruta larga, de los cuales 34 fueron rescatados y tan solo 6 aparecen registrados en la clasificación del recorrido completo.
Rostros de la Noguera Bike Race
Muchas criticas a la organización acusándoles de irresponsabilidad. ¿Deberían haber suspendido la prueba? ¿Devolver el dinero de la inscripcion? ¿Retrasar la fecha? ¿O tal vez apostar por una minoría de locos aventureros que estaban buscando una situación así? La mentalidad del ciclista es muy enrevesada, y a veces cuanto más duro y difícil, más morbo provoca. Semejante día épico se puede convertir en leyenda, y seguro que muchos marcarán en rojo la Noguera Bike Race como una hazaña pendiente por cumplir. Lo que está claro es que ningún otro organizador puede presumir de una prueba tan exigente, en la que casi no termina nadie.
Una imagen que vale por mil palabras
Los escasos participantes que llegaban a meta, tiritaban como niños pequeños, pero no tenían prisa por ducharse o entrar en calor, estaban felices y agradecidos por haber superado con éxito una prueba de autentica supervivencia. Es esa mezcla de llanto y risa que se produce cuando sabes que por fin estas a salvo después de haber vivido una situación extrema. Todo el mundo debería experimentar algo así una vez en la vida. Es algo que después te hace ser una persona mas calmada y humilde. A esos que no se atrevieron a salir e intentarlo, les castigaba yo a pasar un invierno en Bilbao, para que sepan lo que es el barro y la lluvia.
Tiritando, pero felices
Personalmente tampoco pasé muchas penurias. Como un buen burro de carga, estoy genéticamente diseñado para "pasarlas canutas". Tal vez una ligera perdida de sensibilidad en mis extremidades (y no en los dedos precisamente). Para combatir el frió usé el método de la doble badana (el culote corto debajo del largo) que me hizo perder la movilidad en la zona de la entrepierna. Nada grave, pero debí haber insistido mas en la zona genital cuando antes de vestirme impregne todo mi cuerpo con vaselina industrial de fontanero (2 euros el tarro de un kilo). En condiciones normales no tengo la cualidades físicas como para disputar en cabeza de carrera, pero cuando las cosas se complican mucho, cuando existen grandes dificultades técnicas, o mucho frío, calor extremo, barro, orientación... Entonces es cuando los delicados caballos de carreras sufren, y mi agudizado instinto de supervivencia empieza a funcionar. Lento pero muy seguro.
Os recomiendo disfrutar detenidamente de las imágenes captadas por el fotógrafo Francesc Lladó Riba, donde se pueden apreciar momentos imposibles de olvidar. PRESTIGIO pues para todos los miembros de la organización y voluntarios de la Noguera Bike Race, que supieron mantenerse firmes y seguir adelante cuando muchos clamaban piedad. Llegaran o no a la linea de meta, mis más sinceras congratulaciones a los 165 valientes que al menos se presentaron en la linea de salida para intentarlo. Reconocer la osadía de los que se desviaron por el camino más largo sin importarles su integridad física. Mención de honor a los 6 aventureros que lograron sobrevivir a la ruta completa. Y no olvidarnos de las 2 aventureras que lograron terminar la ruta corta:
Joseba Leon: 5h:16m (BikeZona, autor de esta crónica)
Joseba Albizu: 5h:18m (Lagon Onak)
Eduard Porta: 5h:54m (CC BaixTer)
Jaume Navarro: 6h:07m (Fae-AmBikes)
Pable Sanchez: 6h:27m (E-Bike, Vaic)
Andreu Martinez: 6h:29m (CC Esparraguer)
Raquel Egea: 3h:25m (Rodanoia)
Isabel Ubeda: 4h:42m (Valencia)
Cronica: Joseba León, corredor del Bikezona Team.
Fotos Francesc Lladó Riba