Seguimos con la crónica de la Transpyr 2013 realizada por Aitor Saez (para leer la primera parte pincha aquí)
3ª Etapa. La Seu d’Urgell-El Pont de Suert. 127 km. 3.230 m+.
Antes de la salida, me doy cuenta de las caras de la mayoría de los participantes de esta gran aventura. Caras en las que se refleja el esfuerzo, en algunos, inhumano, de dos días de mountain bike extremo. Cuerpos magullados por caídas, ramas y el fuerte sol y calor que nos ha acompañado hasta ahora. Esto no es un juego, y mi cuerpo comienza a dar cuenta de ello. No he dormido bien ninguna noche, y lo noto.
Con miedo de ver cómo responde mi cuerpo con el cansancio acumulado, salimos en la etapa más larga que une las poblaciones de La Seu d’Urgell y El Pont de Suert, con 127 kilometros y 3.230m+.
Los primeros kilómetros, gracias al terreno se rueda a un ritmo rápido hasta llegar a la primera subida del día, toda por asfalto, por una carretera estrecha y bien asfaltada que nos lleva hasta La Guardia d’Ares. Durante este ascenso, nos juntamos David, Albert, Saúl, Joseba y yo para ya no separarnos hasta llegar a meta.
Tras coronar esta larga y tendida ascensión, entramos en una zona de bonitos paisajes, atravesando diversos pueblitos, enlazando varias subidas y bajadas hasta llegar a “la bajada” del día. Más de 1000 metros altura perdida y cerca de 20 kilómetros, entre caminos forestales, entrando en atajos con rocas, cortados y raíces, con unas vistas al valle del Noguera Pallaresa impactantes, llegamos al avituallamiento principal del día. Espagueti con tomate, coca-cola, frutos secos, agua, todo es poco pensando en lo que nos queda.
Tras el descanso, continuamos por un sendero cerrado por el que llegamos a una carretera que nos va hacer enlazar, rápidamente, a la segunda gran subida del día. Esta vez, el sol, pega con justicia. Nos lo tomamos con calma, casi con “todo” metido, hasta llegar a un bonito lago, el lago de Montcortés. Desde ahí, otro descenso digno de recordar, entre caminos forestales y trialeras en las que los cinco bikers vamos dando gritos de lo alucinante de las zonas por las que pasábamos.
Ya estamos en el segundo avituallamiento del día y “solo” nos queda una ascensión. Con las reservas y disfrutando de la compañía, llegamos a Port de Viu, donde tenemos un vertiginoso descenso por carretera de montaña hasta El Pont de Suert.
Fotos del grupo en la llegada, y a descansar para el siguiente día.
Camino de Huesca…
4ª Etapa. El Pont de Suert-Aínsa. 98 km. 2.610 m+.
Vamos a por la cuarta, y tengo la grata sensación de que falta poco para llegar, que me voy acercando a casa. Nos dicen que tenemos un descenso para llegar a Aínsa de mas de una hora, así que me da por pensar que en esta etapa debo de guardar energía para unos 75 km, después, todo bajada hasta meta. Error!!!!
Aragón nos recibe con unos paisajes dignos de pararnos para sacar más de una foto. Monte Perdido, Aneto, Posets, son algunos “colosos” que se vislumbran entre las maravillosas vistas que vamos teniendo dirección Aínsa.
De esta etapa es imposible olvidar el calor sofocante que pasamos Albert, David y yo subiendo a Viu. Ese fue el avituallamiento donde más me refresque de toda la Transpyr. Desde ahí, nos quedaban aproximadamente 20 kilómetros de subida, con algún que otro descanso para nuestras piernas en forma de bajada.
Al llegar arriba del todo, en La Collada, pensábamos que ya teníamos otra etapa en el bolsillo, pero en cuanto comenzamos el descenso, nos dimos cuenta de lo que nos esperaba. Se nos acumulaban los datos en nuestra cabeza. Raices, cortados, senderos pronunciados, zonas de bosque, peraltes y una increíble zona lunar ya cerca de Aínsa. Algo para disfrutar muchísimo con una buena bici de enduro, pero que se antojaba un suplicio con el cansancio acumulado y las ganas de llegar a meta. Sufrimos mucho, pero por fin, llegamos a meta. Aquí, tengo que hacer mención especial al bueno de Albert, que se hizo toda la Transpyr con horquilla rígida en su flamante Intense Hard Eddie.
La entrada al pueblo, preciosa. Con el final en su plaza mayor.
En esta dura prueba, estas expuesto siempre a caídas, averías y mil imprevistos. Pues desgraciadamente en esta etapa, se iba al suelo en una zona de carretera, haciéndose mucho daño y tristemente no pudiendo continuar, Adolfo, integrante del equipo Gore-Tex, junto a su compañero Lluis, aunque todos sus amigos le llamamos “Pipo”. “Pipo” termino la etapa en solitario tras asistir a su compañero.
continuará ...