A estas alturas de mi vida es difícil que me sorprendan con una prueba de mountainbike, cosa que sí ha ocurrido en la Hard Bike. Sus organizadores son gente ruda que lucen generosas patillas y bigotes de vikingo. Son tipos duros. Montan en bici con camisas de botones y pantalones vaqueros. Escuchan Heavy Metal y en sus ratos libres practican el lanzamiento de hachas.
La filosofía Hard Bike no podía ser más endurera. Las subidas son un mero trámite para bajar por circuitos espectaculares de descenso. Está considerada como una vuelta por etapas maratón de 3 días, pero en mi opinión también es una de las mejores pruebas de enduro que he corrido en mi vida, solo que te dejan vestir con culotte de lycra fina y casco extraligero. Aquí nadie usa rodilleras y todos aprietan fuerte el culo en las subidas para evitar atascos en las bajadas. Y siempre tienes la sensación de estar más tiempo bajando que subiendo. Desde luego, si todos los maratones fueran asi, a mi no me haría falta apuntarme a ningún enduro tradicional.
Las etapas 2 y 3 consistieron en subidas facilongas y aburridas, para poder acceder a los mejores DH del Valle de Aran y el mítico trazado Enduromies. Bajadas "premiun" elaboradas con esmero por los responsables de Aran BikeParks. Pero más espectacular fue el primer día, una jornada de alta montaña por la cara norte del pico Aneto. Con varias zonas de porteo y momentos de libre interpretación del recorrido. Una etapa "extraña" en la que algún participante aseguraba haber visto a la mismísima Heidi.
Una carrera perfecta para mi, pero que por desgracia no pude aprovechar por culpa de un error en la elección del track, una posterior caída en la que empotré mi jeta contra un peralte, y por último un llantazo en la recepción de un salto. Todos los percances que hacía tiempo que no sufría, acumulados de golpe en mi prueba favorita. Afortunadamente de vez en cuando disfruté rodando en los puestos de cabeza, y observé algo insólito. Tres jóvenes que dominaban perfectamente la carrera con superioridad al resto, y que sin embargo terminaban las etapas juntos de la mano y sin disputar. Tal vez sabían que en la Hard Bike a los ganadores les dan leña. Osea, que los trofeos son simpáticos tronquitos de madera cortados con hacha. Yo en mi casa siempre me ha gustado prender fuego en la chimenea, así que de haber podido ir con los campeones les hubiese obligado a esprintar y ser más competitivos. Finalmente no se quien de los tres fue el mejor, pero yo les nombro para que el año que viene me ofrezcan la revancha. Sus nombres son Eduard Gispert, Eric Valdaura, y Gerard Minoves. En féminas gran actuación como siempre de Ada Xinxo en el puesto 27 absoluto de los 150 afortunados que acudimos a esta primera edición. Hard Bike quiere ir creciendo poquito a poquito, y no pretende estrellarse con miles de participantes.
Pero ojo!! Que yo me lo haya pasado genial, no significa que recomiende la Hard Bike a todo el mundo. Por ejemplo hay bikers que no saben ni bajar un bordillo correctamente, por favor a esos que no les dejen apuntarse. Y recuerda que si te apuntas, mejor que acudas con barba de varios días y bigote de tipo duro.
