“Ganar hoy ha sido más complicado que el domingo en la Amstel”, declaraba Di Luca. “Nadie me perdía de vista”. Di Luca afronta el domingo la Lieja-Bastogne-Lieja, otra clásica mítica del calendario en la que se ha hecho con una candidatura fija para gana. ¿Qué ha cambiado en Di Luca? “mi mente y la gente que me rodea, porque Liquigas es un bloque excepcional”, afirma el transalpino. Preguntado sobre si aprovecharía su estado de forma de cara al inminente Giro, Di Luca tiene ganas de probarse pero no en este año. “Me gustaría probarme en una grande viendo mis resultados en País Vasco, aunque no el Giro porque ya están ahí Garzelli y Cioni. Daré lo máximo los diez primeros días y luego será cosa de los líderes… El año que viene buscaré mi oportunidad”. Di Luca parece que se ha asentado de nuevo en la élite tras años duros de alternancia de buenas actuaciones con carreras decepcionantes. El sino de perfecto clasicómano italiano que torna hacia la recuperación de la moral donde siempre hubo clase.
El ‘Killer’ se encarama a lo más alto del UCI Pro Tour
Danilo di Luca se ha convertido en la referencia del ciclismo mundial en las últimas semanas. Si hace pocas fechas era el joven Tom Boonen el que lograba la admiración del respetable con sus victorias consecutivas en el Tour de Flandes y la París-Roubaix, en esta ocasión el corredor transalpino de Liquigas-Bianchi ha enganchando una racha victoriosa que podría tener continuidad en la Lieja.
El killer, como comienzan a llamarle, ya ha demostrado sobradamente ser digno sucesor a los más veteranos Bettini, Rebellin y compañía. La Italia de los cazaetapas con punta de velocidad, inteligentes en carrera y ante todo muy combativos ha confirmado un valor que, no obstante, años atrás no estuvo tan brillante.
Este miércoles Di Luca logró adjudicarse otro de los monumentos del ciclismo: la espectacular Flecha Valona. Tal vez no sea la más mítica, ni enganche tanto como los muros de Flandes, pero lo cierto es que la clásica de las Árdenas es toda una referencia dentro del calendario con ese final en el Muro de Huy y sus porcentajes del 20%.
Di Luca, con este triunfo, sumó un triplete de ensueño que le lleva merecidamente a lo más alto del UCI Pro Tour: País Vasco, Amstel y ahora la Flecha. Tras una gran labor de equipo para cazar a Voigt, el de Liquigas superó en meta a dos huesos como Kirchen y a Rebellín, mientras que David Etxebarría concluía cuarto.
“Ganar hoy ha sido más complicado que el domingo en la Amstel”, declaraba Di Luca. “Nadie me perdía de vista”. Di Luca afronta el domingo la Lieja-Bastogne-Lieja, otra clásica mítica del calendario en la que se ha hecho con una candidatura fija para gana. ¿Qué ha cambiado en Di Luca? “mi mente y la gente que me rodea, porque Liquigas es un bloque excepcional”, afirma el transalpino. Preguntado sobre si aprovecharía su estado de forma de cara al inminente Giro, Di Luca tiene ganas de probarse pero no en este año. “Me gustaría probarme en una grande viendo mis resultados en País Vasco, aunque no el Giro porque ya están ahí Garzelli y Cioni. Daré lo máximo los diez primeros días y luego será cosa de los líderes… El año que viene buscaré mi oportunidad”. Di Luca parece que se ha asentado de nuevo en la élite tras años duros de alternancia de buenas actuaciones con carreras decepcionantes. El sino de perfecto clasicómano italiano que torna hacia la recuperación de la moral donde siempre hubo clase.
“Ganar hoy ha sido más complicado que el domingo en la Amstel”, declaraba Di Luca. “Nadie me perdía de vista”. Di Luca afronta el domingo la Lieja-Bastogne-Lieja, otra clásica mítica del calendario en la que se ha hecho con una candidatura fija para gana. ¿Qué ha cambiado en Di Luca? “mi mente y la gente que me rodea, porque Liquigas es un bloque excepcional”, afirma el transalpino. Preguntado sobre si aprovecharía su estado de forma de cara al inminente Giro, Di Luca tiene ganas de probarse pero no en este año. “Me gustaría probarme en una grande viendo mis resultados en País Vasco, aunque no el Giro porque ya están ahí Garzelli y Cioni. Daré lo máximo los diez primeros días y luego será cosa de los líderes… El año que viene buscaré mi oportunidad”. Di Luca parece que se ha asentado de nuevo en la élite tras años duros de alternancia de buenas actuaciones con carreras decepcionantes. El sino de perfecto clasicómano italiano que torna hacia la recuperación de la moral donde siempre hubo clase.