Después de que el mal tiempo haya impedido a Jonás cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado, nos manda una nueva crónica relatándonos su aventura en el Ferry:
Después de días esperando para poder hacer la travesía tuve que tomar la única decisión coherente: coger el medio que fuera necesario, pero continuar. Por ello compre la noche anterior a irme un billete de ida para ir desde Tarifa a Tánger. Por primera vez en mi vida estaría en Marruecos y encima de una manera muy pero que muy especial: solo y en bicicleta. Así que hoy a primera hora de la mañana saldría desde casa de Loren hacia el puerto en la bicicleta para coger el ferri dirección Tánger. El trayecto entre su casa y el puerto son aproximadamente unos 5 minutos en bicicleta, además llevaba descansando bastantes días en su casa como para pensar que la rodilla la tenía ya lo suficientemente currada para poder proseguir con la aventura. Pero en este trayecto el dolor que sentí fue muy pero que muy intenso!!
Se me hicieron eternos estos minutos por mi mente paso todo tipo de pensamiento quedarme en Tarifa hasta que vinieran mis compañeros, volverme a Valencia,… Fueron momentos de impotencia y dolor! La moral estaba empezando a mermarse de manera muy considerable ya estaba jodido por no poder hacer la travesía para que ahora no pudiese cruzar a Marruecos!!!
Le comenté a Loren el dolor que sentía y es que prácticamente no podía ni pedalear 3 veces seguidas y finalmente tomé una decisión. Seguramente no fuese la más inteligente para la gran mayoría de las personas y prácticamente nadie la entenderá pero desde mi punto de vista es lo que tenia y debía hacer porque si no me arrepentiría de perderme otra experiencia como la que iba a empezar! Tomé la decisión de cruzar a Marruecos en el ferry, solo, con mi bicicleta en la bodega del ferry y sin haber cambiado divisas aún.
Desde que subí al ferry hasta que baje tenía una necesidad imperiosa de estar en la cubierta mirando el mar y diciéndome a mí mismo que esto lo tendría que haber hecho nadando. Fue una sensación muy extraña conmigo mismo de decepción y dolor pero tenía al mismo tiempo intentaba disfrutar al máximo posible del ferry y de lo que me esperaba en 35 minutos.
Ahora que veo la foto y las pintas con el culotte creo que no es la vestimenta más adecuada para entrar a un país árabe pero como iba a ir en bici no creo que tuviera muchos problemas. Cada metro que avanzaba estaba más cerca de Marruecos y realmente no era consciente en ningún momento de lo que me iba a encontrar pero el momento ya había llegado:
Sólo tenía que esperar a que se abriese la puerta para adentrarme en un mundo nuevo de experiencias en el que intentaría avanzar todo lo que fuera posible en bicicleta pero sobre todo disfrutar y aprender de una cultura totalmente nueva!!