Desde que en julio pasado los comisarios del Tour de Francia expulsaron a Eduardo Sepúlveda de la carrera, el argentino no ha tenido otro objetivo que desquitarse. Ocupaba el decimonoveno puesto de la general, pero camino de Mende, en la decimocuarta etapa de la ronda gala, los nervios y la mala fortuna le pasaron una mala jugada. Sepúlveda sufrió una avería mecánica –se le rompió la cadena- en el puerto de Escrinet, pero su equipo no estaba próximo para asistirle y, en su lugar, lo hizo el del Ag2r, que le dejó una rueda pensando que el problema era un pinchazo.
La mala suerte se cebó con él, porque cuando llegó el coche de su equipo, no le vio y pasó de largo. Paró 100 metros más adelante, trayecto que Sepúlveda hizo, en pleno ataque de nervios, subido en el coche del Ag2r. No había ninguna mala intención por su parte, sino el deseo de cambiar de bicicleta y reemprender la marcha cuanto antes para defender su posición. Sin embargo, los jueces le expulsaron del Tour. "De los errores se aprende", dijo después con tanta humildad como pena y rabia.
Hoy, seis meses después de aquel incidente, Sepúlveda ha demostrado el gran corredor que es. Ha demostrado que no necesita ayudas para ganar y que tiene dinamita en las piernas, porque sólo así se entiende que haya aventajado en 54 segundos al colombiano Janier Acevedo, 1:31 al costarricense Román Villalobos y Dayer Quintana… y 2:10 a Supermán López , Rafal Majka y Nairo Quintana, quienes sólo han podido ver al argentino del Fortuneo Vital Concept, el antiguo Bretagne-Séché, desde lejos, mucho más de lo que nadie hubiera sospechado.
"Hacía mucho viento, pero creo que he atacado en el momento justo", ha dicho el ganador, que ha hecho los últimos seis kilómetros en solitario, como en esas condiciones y ante una pendiente tan dura sólo pueden hacer los campeones. Gracias a esta gran actuación, Sepúlveda se ha erigido también en el nuevo líder de la carrera. Estaba a 2:08 de Koning en la general –y 1:38 de los hermanos Quintana-, pero las bonificaciones han obrado el resto del milagro y le han otorgado el maillot de líder sobre un Dayer Quintana, el pequeño de la saga, que ha demostrado por enésima vez que en su caso no sirve el dicho de "segundas partes nunca fueron buenas".
La carrera no ha podido quedar más emocionante. Es Argentina contra Colombia, es Sepúlveda contra Dayer (a sólo 3 segundos), Contreras (a 38"), Nairo (a 42") y Supermán (a 51"), con Dani Moreno agazapado puesto que también se encuentra a menos de un minuto. El final del sábado en Filo Sierras Comechingones no puede presentarse más emocionante. "Creo que aguantaré", insiste Sepúlveda con plena confianza en sus posibilidades después de la exhibición de hoy.
Tras el primer final en alto, el Tour de San Luis 2016 recobra la calma, al menos sobre el papel y para los favoritos, con la quinta etapa, Renca-Juana Koslay, de 168,7 km y sin puertos puntuables. Los velocistas vuelven a tener opciones, aunque antes lo intentarán los valientes que deseen probar fortuna desde lejos. ¿Podrán esta vez Peter Sagan o Elia Viviani con Fernando Gaviria, se pregunta todo el mundo? Los favoritos, mientras, reservarán fuerzas para el durísimo final de mañana en Filo Sierra de Comechingones.
fuente y foto: toursanluis.com