A nadie que practiquemos el mountainbike se nos escapa que los 10.000 del Soplao es la referencia del ciclismo de montaña en nuestro país, referencia que se ha ido curtiendo durante las 7 ediciones que se han realizado, sobre todo con la primera y con la sexta edición en las que el "Infierno del Norte" ha rugido con toda su fuerza haciéndo de la épica su mejor aliada. Al rebufo del Soplao de mtb, Chuchi, Juan (tú me sugeristes titular la crónica "el otro Soplao), Dani, Carmelo y todo su equipo han creado los Soplao de maratón, ruta a pié, ultramaratón, combinada y cómo no, no podía faltar la versión Soplao carretera.
Un Soplao de carretera que ha realizado el pasado sábado día 1 de Junio la V edición, digo que es "el otro Soplao", porque se realiza a los 15 días de la gran fiesta del deporte que supone los 10.000 del Soplao versión mtb, maratón, ruta a pié, ultra, combinada y para el año próximo el "Soplao Man", del que ya daremos información, por lo que deja al ciclismo en ruta en sus tres distancias alejado de la gran multitud del Soplao inicial.
Llegar a Cabezón el día anterior enseguida nos damos cuenta de que en "el otro Soplao" el ambiente es completamente diferente al de mtb, a penas guardamos cola para hacernos con el dorsal, el griterío y los reencuentros con amigos y conocidos es cómo si fuera a "bajo volúmen" y a los que estamos acostumbrados a esa alegría desbordada de la versión mtb, nos deja con la exclamación "es que los carreteros son diferentes" y en efecto lo son, son más competitivos, sus bicis impolutas, sus maillots a juego de los colores de la bici, se miran unos a otros a ver si ya llevas 11 velocidades, si llevas electrónico, las ruedas que llevas, es otra manera de interpretar las dos ruedas.
Personalmente participaba la primera vez en la versión carretera, cuando en la de mtb ya soy veterano, allí me acompañaban haciéndo doblete de Soplao Ramón y Luisan, veteranos de Bikezona, pero con mucho más motor que yo. Misma hora de salida, ACDC para ambientarnos y ponernos en tensión, traca y salida y .......¡¡¡qué era aquello!!! ¿había un incendio y salían escopetados? ¿huían de algo monstruoso?....no señor, símplemente ya es cómo si quisieran llegar, ¿pero si quedan 225 km?, pensaba yo, curvas y pasos estrechos que tras adquirir velocidades considerables, bajaban de repente la velocidad de crucero y la tensión por no chocar, por no caer, te ponía los nervios a cien.
Envuelto en la inercia de casi 1500 ciclistas y ya no puedes parar, mi pregunta era ¿dónde está el cicloturismo? ¿es que quieren ganar todos?.....Pero la experiencia me dice que estando dónde estaba y organizando quién organizaba aquella locura, la parte turista del cicloturismo tendría que estar en alguna parte. Bastaron poco más de 15 km para llegar a Comillas y tomar la carretera de la costa hacia San Vicente de la Barquera, no dejo de ser del norte, de ver a diario mar y montaña, pero el espactáculo del pelotón el mar, costa y montaña cántabra de telón de fondo, transformó la tensión inicial en un agradable pedalear y fué empezar a disfrutar del "otro Soplao".
Se iban haciéndo las grupetas, en función de las pretensiones de tiempo de cada uno ó símplemente al ritmo natural de los participantes, ahí me junté con Jose ó "Bukanero" su nombre de guerra, un chico leonés que andaba esperando a sus compañeros, compartimos unos km y una agradable charla....aquello ya empezaba a causarme otra sensación más cercana al Soplao que yo conozco, cosa que confirmé en el primer avituallamiento, ¿te relleno el botellín? ¿quieres un plátano?, ya estaban allí los de la organización para darme cuenta de que estaba en el auténtico Soplao, mi Soplao, el que hace que vuelva año tras año, ya sabía que me tenía que dejar llevar para obtener la misma satisfacción de siempre. Y así fué, llegando a Bielva la carretera me puso al lado de quién sería mi compañero del día, Jesús Maestro, un vallisoletano de 56 años afincado en Madrid, curtido en cientos de batallas cicloturistas a quién en 1999 le operaron del corazón con un doble bypass ¡casi na!, no sabes lo que agradecí tu compañia, un auténtico gladiador. De vez en cuándo nos juntábamos con grupetas y otras los dos mano a mano, contándonos nuestras cosas, nuestra vida y nuestra pasión por las dos ruedas.
Pero el éxtasis llegó al subir Piedrasluengas ¡qué preciosidad de puerto!, montaña de verde intenso, regada con la mejor agua en forma de cascadas que se retorcían entre roca y musgo, curvas de 180º, túneles, cumbres nevadas, el silencio, el latir de tu corazón acompasado con la respiración a golpe de pedal, un auténtico placer para los sentidos. Me tuve que parar a hacer fotos, tenía que inmortalizar aquel momento....coronando pasamos por el mirador del Zorro, luego del Jabalí en el que pusieron un avituallamiento, con la montaña Palentina y Los Picos de Europa cómo testigos, la amabilidad y el saber hacer de las personas que están en los avituallamientos, no se podía pedir más...¿o sí?, pues era que sí, la bajada hacia Ojedo...espectacular, otro deleite para los sentidos cicloturistas, rápida, segura, con velocidades punta en torno a 75 km/h, curvas de todas las clases, cerradas, abiertas...un festín. Pasar por el Desfiladero de La Hermida, Collado de Hoz, Ozalba, Carmona (gracias "Maestro" por tu ayuda)...sólo puedo dar las gracias por un recorrido de ensueño, en el que el "otro Soplao" me gritaba a voces que también es auténtico, porque quiénes hacen posible la bendita locura del Soplao son auténticos y que no tengo ninguna duda de que el año que viene volveré.