El Paintball y el MTB amenizan el entrenamiento del Karpin

El Karpin Galicia se fue a la guerra en el segundo entrenamiento colectivo de la semana. Los corredores del equipo profesional gallego se apuntaron a una sesión de paintball en As Neves, que luego completarían con dos horas de bicicleta de montaña, en busca de una condición física adecuada para afrontar la segunda temporada en el pelotón internacional, cuyo comienzo oficial está previsto para mediados de febrero, pero que incluso podría adelantarse. La actividad de paintball se desarrolló en gran armonía. Con las incorporaciones de Álvaro Pino, Rodrigo Costas, manager del equipo; del preparador físico, Guillermo R. Carballido; y los auxiliares Gonzalo Aguiar, José Luís Boente y José Manuel Condesa formaron dos grupos de diez unidades cada uno, con distintivos amarillos y verdes, respectivamente. La primera batalla, de defensa y asalto, se resolvió rápidamente a favor de los defensores, pero para entonces, unos y otros, se habían percatado ya de que las bolas de pintura, además de manchar, podían picar un poco, sobre todo si lograban impactar en las zonas más desprotegidas, como brazos y piernas. La segunda batalla, en la que los equipos se intercambiaron las posiciones, fue más táctica, porque nadie se atrevía a salir tan alegremente a cuerpo descubierto. Al final venció también el equipo defensor, en este caso el amarillo. A continuación se cambió de escenario, pasándose al campo abierto para librar dos nuevas batallas, alternando también los frentes. Antes los contendientes, sudorosos, aprovecharon para refrescarse, y para hacer recuento y, en algún caso, frotarse las heridas, entre risas y bromas. En estas dos últimas batallas, ganadas también por el equipo amarillo, se abusó más de la trinchera, porque los contendientes parecía más atentos a evitar los impactos, de los que no se libró ni el “corresponsal de guerra”, expuesto al fuego cruzado y a alguna bala perdida a propósito, todo dentro de una gran armonía.