Si el barro fue el protagonista en las primeras etapas de la Deporvillage Transpyr Coast to Coast, la llegada al Val d’Aran se ha realizado bajo un calor que, a pesar de su intensidad, no ha impedido que los cerca de 300 ciclistas en la modalidad de MTB y de carretera hayan pasado ya el ecuador de la prueba y hayan llegado a Vielha.
Este ha sido un nuevo recorrido en la historia de Transpyr Coast to Coast, ya que el año pasado la ruta se tuvo que adaptar por los efectos de las regulaciones COVID-19. El resultado ha sido un itinerario espectacular que ha combinado pistas forestales, senderos y, eso sí, alguna subida por asfalto para facilitar el poder superar los 3.500 m+ de la etapa con más desnivel de esta duodécima edición.
La salida de delante del edificio de los históricos baños termales de Bagnères de Bigorre se ha realizado en un ambiente de total concentración: el pelotón de montaña era consciente de que le esperaba una de las etapas reinas de la Deporvillage Transpyr Coast to Coast. Y así ha sido, dos tramos cronometrados, una parte central con puro estilo Transpyr Coast to Coast, subidas exigentes, extraordinarios paisajes y bajadas divertidas. Un auténtico gozo para los ciclistas de montaña a quienes les quedan 350 kilómetros para completar la misión de llegar al mar. Y la primera parte importante la tendrán mañana con la etapa más larga de esta Deporvillage Transpyr Coast to Coast hasta la Seu d’Urgell.
Por su lado, el pelotón de carretera ha completado lo que, para la mayoría de los participantes, ha sido la etapa con paisajes más bonitas, de esta Deporvillage Transpyr Backroads. 123 kilómetros y 3400 metros de desnivel de una etapa de montaña clásica de una ruta Backroads: Puertos clásicos del Tour de Francia muy encadenados con poco llano, subidas asequibles y carreteras poco concurridas