En el momento en el que Alberto Contador tuvo que retirarse del Tour de Francia, las apuestas de ciclismo en William Hill pusieron su mirada sobre Alejandro Valverde. Si bien no había una sensación generalizada de que pudiera ser el ganador, sí que muchos veían un lugar para él en el podio.
Por supuesto, esa era su intención desde el primer momento y, con Contador fuera, lo cierto es que la posibilidad se volvía más y más factible.
Sin embargo, finalmente ha vuelto a quedarse a las puertas, lo que ha generado más de un comentario de mal gusto, y como suele suceder con este tipo de comportamiento, de manera anónima.
En 5 ocasiones ha subido al podio de la Vuelta a España y muchos y numerosos son sus éxitos en el mundo del ciclismo. Sin embargo, por unas u otras razones, Valverde lleva 10 años anhelando subirse a este en concreto, sin éxito.
En la otra ocasión fue su rodilla la que le jugó una mala pasada: un golpe impidió que llegase a lograr su objetivo. En esta otra, ha rozado muy de cerca su sueño, con una cuarta posición que podía haberse convertido en tercera fácilmente. Sin embargo, desde los Alpes, y sobre todo a partir de los Pirineos, el rendimiento del ciclista comenzó a descender sin motivo aparente.
Las posibles razones que él sugiere son un clima que se le ha hecho menos soportable de lo esperado o incluso la presión del Tour.
A veces uno mismo es su peor enemigo debido a las expectativas y temores internos desde luego lo que tiene claro es que, a pesar de críticas y el sacrificio que supone siquiera participar, no piensa cejar en su empeño .