Igual que ocurrió en 2015 con las Enduro World Series, Zona Zero ha logrado traer por primera vez a España uno de los campeonatos ciclistas de mayor crecimiento.
Desde la primera edición de las Enduro World Series, Sobrarbe ha ido consolidado su posición como uno de los principales destinos ciclistas de Europa, algo que hace una década era poco más que una utopía. No sólo eso, sino que se ha revelado como un proyecto tractor de este desarrollo, tanto en Huesca como en toda España.
Con los pumptracks en pleno auge, el principal campeonado mundial de la disciplina llega a España, a Huesca, de la mano de Zona Zero Pirineos.
El fin de semana del 21-22 de mayo será la fiesta del pumptrack en Sobrarbe. El circuito de Ainsa acogerá el sábado 21 la calificación española del Pumptrack World Championship
Es imposible echar una mirada al Sobrarbe y no ver la importancia actual y futura del ciclismo. Un destino mundialmente reconocido que cuenta con un centenar largo de rutas ciclistas de casi cualquier modalidad: ciclismo familiar, enduro, bicis eléctricas, rally, carretera, pumptrack.
Pero no sólo es la cantidad de opciones lo que atrae visitantes de más de medio centenar de países, al fin y al cabo, no pocos lugares en Europa cuentan con redes de rutas semejantes.
Existe un componente diferencial sobre la mayoría de otros destinos, uno que ha enraizado en el resto de centros de la provincia: el desarrollo basando en la recuperación de patrimonio cultural, esto es, los caminos tradicionales y la historia indeleblemente ligada a sus piedras. En un mundo en el que el término “desarrollo sostenible” se ha prostituido completamente, Zona Zero ha apostado por ir más allá.
El proyecto ha asimilado los preceptos del desarrollo regenerativo, una filosofía de gestión y desarrollo sistémica que no se conforma con degenerar menos, sino que busca reconstruir:
-Recuperar y reutilizar un patrimonio olvidado e infravalorado, los caminos tradicionales. De vías de comunicación a fuente de ocio en sí mismos.
-Desenterrar el pasado y sus historias para aprender de ellas y valorar lo que fuimos, lo que somos y cómo se fraguó ese cambio.
-Restaurar el sentimiento de orgullo y pertenencia al territorio. El conocerlo, cuidarlo en primera persona y disfrutarlo es capital para valorarlo y afianzar raíces.
-Reconstruir los lazos que unen e interrelacionan a los diferentes colectivos sociales, buscando soluciones a conflictos e involucrando a los más posibles en la toma de decisiones.
-Desarrollar proyectos reversibles, que cuidan y protegen el medio ambiente porque dependen de su salud y conservación para ser atractivos.
-Generar una economía circular potente con pocos medios y aún menos consumo de materiales. Escasa huella de carbono, materia prima local, mano de obra local, rentabilidad en el territorio y reinversión continuada. Rendimiento récord de la inversión pública.