Que se puede decir que no se haya comentado ya sobre la etapa de ayer del Tour de Francia. La carrera vivió una de las jornada más dantescas y de las que serán recordadas en el futuro.
No solo por el espectáculo de Chris Froome protagonizando su propio duatlón, subida a pie por el Mont Ventoux incluida. Sino también por la organización, que primero no controló el paso de las motos y después tardó casi dos horas en decidir que le darían el mismo tiempo que a Mollema.
Froome se disponía a dar un nuevo golpe de autoridad, había dejado atrás a Quintana y tiraba con fuerza hasta que de repente se ve salir a Froome corriendo de la nada. Una moto atascada había provocado la caída de Richie Porte y seguido la del líder, que sin miedo al temido "cambio muscular" se puso a correr por el Mont Ventoux.
El resto ya es historia, si todavía no lo has visto aquí está el vídeo: