Tras ver la pasión con la que los ingleses han acompañado a los corredores del Tour de Francia en las dos primeras etapas, el seguimiento y la afición están aseguradas hoy cuando el pelotón llegue a Londres en un final de etapa que todos los sprinters tienen marcado como objetivo.
Se trata de una etapa corta de 155 km, que permitirá de nuevo rendir homenaje a la capital inglesa, en la que el Tour de Francia recibió una acogida inolvidable en 2007.
Una etapa de gala en la que se pasará delante del Parque Olímpico y de los monumentos principales de Londres para terminar delante del Palacio de Buckingham.