El viento obliga a suspender la etapa clave de la Vuelta a Murcia

La segunda etapa transcurrió de manera neutralizada hasta las proximidades de la meta en Fortuna. Jose Joaquín Rojas mantiene el liderato La Región de Murcia soportó ayer rachas de viento de componente noroeste de hasta 90 kilómetros por hora, no así los 103 ciclistas dispuestos a tomar la salida en Totana. De esta manera, acontecía una reunión previa a la misma para discernir entorno a la disputa de la segunda etapa de esta Vuelta a Murcia 2007, con llegada ubicada en Fortuna después de 177 kilómetros y los pasos montañosos puntuables del Alto de Espuña y de Collado Bermejo, ambos de primera categoría. La postura que se adoptaba era de ser precavidos con la integridad física de los ciclistas, por lo que estos realizaron gran parte del trayecto en los vehículos de sus equipos hasta la pedanía de La Alcayna, a tan sólo diez kilómetros hasta la meta de Fortuna. Previamente, volvía a tener lugar en Pliego una nueva reunión entre la Organización, los equipos y los ciclistas para decidir si afrontaban los kilómetros restantes. La virulencia con que todavía el viento castigaba a la caravana de la ronda ciclística murciana llamaba de nuevo a la prudencia, y obligaba a mantener vigente la neutralización del desarrollo de la segunda etapa.   De haberse disputado esta segunda etapa, hubiera estado en juego la consecución de maillot de líder dependiendo de los puestos que se hubieran registrado en el supuesto y previsible esprint final en la meta de Fortuna. La General continúa comandada por el ciezano José Joaquín Rojas (Caisse d'Epargne) por segundo día consecutivo, mientras que el andaluz Manuel Vázquez (Andalucía CajaSur) mantiene el maillot del liderato provisional del Gran Premio de la montaña, merced a las bonificaciones que sumó durante la fuga en que se incluyó durante la primera etapa. La jornada estaba considerada como clave para el desarrollo de la prueba, pues en el trazado inicialmente previsto se encontraban los archiconocidos altos de Espuña y Collado Bermejo -cima Marco Pantani-, ambos de primera categoría. Ambos altos se encontraba en la primera parte del trazado y al evitarse los sprinters y aspirantes al podio final que lo suelen pasar mal en la montaña respiraron, no por el fuerte viento, pues daban un paso de gigante para lograr sus objetivos. Con las orejas tiesas Hoy viernes, la tercera etapa discurrirá entre Puerto Lumbreras y San Pedro del Pinatar, con 146 kilómetros, e incluye los altos de Purias y Cedacero, ambos de tercera categoría, aunque situados lejos de la meta. El trazado es ideal para el lucimiento de los jornaleros de gloria y, especialmente, de los sprinters. Fuente: Antonio J. Salmerón - Vuelta a Murcia