La seguridad vial de los ciclistas es uno de los mayores retos que actualmente se afronta en las carreteras. A pesar de las campañas publicitarias y la educación que en ese sentido se pretende inculcar en los conductores, la frecuencia de accidentes continúa angustiando al colectivo cicloturista.
Pero al margen de todo lo anterior, no podemos ignorar las precauciones que también deben tener en cuenta quienes montan en bicicleta a través de una vía, al fin y al cabo, ellos son los más frágiles en esta circunstancia.
Sensatez
Una de las principales premisas para la seguridad del ciclista es la prudencia en la carretera. Ningún aficionado se ve en la obligación de salir a su ruta como sale un Chris Froome a disputar un Tour de Francia en el que parte como favorito al triunfo. La mayor victoria para un amante de la bicicleta es disfrutar del recorrido y terminarlo ileso. ¿Quién no ha visto en alguna ocasión a un aficionado durante una simple marcha cicloturista hacer un descenso en la postura sobre la bici (apoyado en la barra) que ha hecho popular el de Nairobi? Algo tan ridículo como peligroso cuando se hace dentro de un grupo de aficionados, que ni de lejos tienen la destreza de un profesional. Sin duda la cautela es la mejor estrategia para alejar riesgos.
Paralelamente a esto, son varios los elementos externos que podemos introducir en nuestra rutina deportiva y que contribuirán a reforzar nuestra seguridad.
El casco
Obviamente es un elemento que todos utilizamos, pero hay quien no le da la importancia que merece. Es vital que el casco esté homologado, algo que se puede corroborar por una pegatina que lo indica. Asimismo, debe ser utilizado correctamente. Es importante elegir la talla adecuada, además de ajustar bien las cintas y la ruleta trasera para que se ajuste al contorno de la cabeza y ofrezca una protección eficiente.
Al hilo de este tema, hoy en día hay muchas innovaciones que se salen de la norma pero que, por qué no, pueden ser interesantes para algunos cicloturistas, aunque nos reservamos las dudas. Ya hemos visto los primeros cascos con airbag, uno de los últimos inventos y que desde luego no destaca por su estética. Su aparatosidad y el hecho de que su uso impide combinarlo con un casco tradicional hace muy difícil que este artilugio se incorpore a nuestra actividad mientras no evolucione hacia algo más cómodo a la par que efectivo.
Otra opción que sin ser tan aparatosa tampoco es que destaque por su sobriedad son los cascos con visera. Estos han aparecido para cubrir la necesidad de tener que llevar siempre unas gafas a la hora de salir en ruta. A la vez cubren todo el rostro protegiéndolo del viento y permitiendo una mejor visión. Su aspecto es similar al casco que algunos ciclistas profesionales han venido utilizando en las pruebas contrarreloj, aunque cubriendo una superficie mayor del rostro. Su principal valedor es la compañía Bouclier y su precio ronda los 50 euros.
Las gafas
Otro de los complementos que protegen nuestra visión de diversos factores. Por un lado, evitan que el viento nos de directamente en los ojos, a la vez impiden que en ciertas ocasiones nos puedan deslumbrar los rayos solares. Por otro lado, nos libran del impacto de insectos o de algún objeto que pueda despedir el ciclista que nos precede.
Un detalle a tener en cuenta es colocar siempre las gafas con las patillas por fuera de las cintas de sujeción del casco, esto facilitará que en caso de caída salgan despedidas, impidiendo que se queden enganchadas a dichas cintas y nos ocasionen algún corte en la cara.
Los guantes
Estos no solo son valiosos para evitar que el manillar se nos resbale con el sudor y la lluvia, sino que en el caso de una caída protegerán nuestras manos del impacto con la gravilla del suelo o de las quemaduras por el roce con el asfalto.
Luces de señalización
Tanto si se circula de noche o en periodos del día de poca visibilidad, las luces son un detalle de suma importancia para evitar caídas y atropellos por alcance. A la importancia de ver con la mayor nitidez posible lo que nos viene por delante, se suma el hecho de mostrarnos visibles para quien viene por detrás desde la mayor distancia posible. En este sentido hay muchas alternativas a la hora de elegir y aquí hemos visto alguna de ellas.
Reflectantes
Estos son otros de los elementos que más se están incorporando a este deporte. En lo que al vestuario se refiere, a la importancia que siempre se le ha dado al hecho de elegir un maillot con colores que nos hagan más visibles, se suma ahora el uso de reflectantes en las letras u otras partes del diseño de la prenda que hagan destacar la presencia del ciclista.
Otro tanto sucede con la bicicleta. Si bien las luces delantera y trasera resaltan la bicicleta para los conductores, las partes laterales permanecen menos iluminadas para los vehículos que se acercan de modo perpendicular a nuestra marcha o que circulan a nuestro costado mientras nos movemos por la ciudad. Ahora existe una buena variedad de pegatinas reflectantes por un precio muy económico que se pueden integrar en las llantas o cualquier otra parte de la bicicleta para hacerla más visible en periodos o zonas con poca luz.
Cámara de video
Este es un recurso cada vez más utilizado por muchos de los amantes al deporte de la bicicleta. Desde hace años las cámaras GoPro o similares se han ido incorporando a esta actividad de modo recurrente, principalmente por la espectacularidad de sus imágenes o simplemente por guardar un registro de las rutas que se van realizando. En la actualidad a estos dispositivos se le da también otros usos más relacionados con la seguridad que con el simple hecho de rememorar nuestras rutas o reunir una base de datos de estas.
Equipar nuestra montura una cámara trasera puede incidir de forma activa en nuestra protección y un buen ejemplo de ello es la ya popular Fly6 que se puede adquirir hasta por 70 euros, un proyecto australiano que está teniendo una gran acogida en el mundo de la bicicleta. En este caso se trata de un dispositivo que se adapta en la parte posterior del sillín y que graba todo lo que sucede por detrás con un ángulo de 130 grados, acompañado de audio y con una calidad de video de 720p. Además, viene acompañada de una luz trasera con una potencia luminosa de 30 lúmenes.
Sin duda el principal objetivo de este dispositivo no es la creación del video en sí, sino el de dejar patente a los conductores que cualquier maniobra indebida que realicen por detrás quedará registrada en la cámara, algo que a medida que se vaya popularizando contribuirá a proteger al ciclista. En caso de un atropello con fuga sería fácil identificar el coche envuelto en el siniestro.
En fin, estas son algunas de las tecnologías que cada día se desarrollan para velar por la seguridad del ciclista en la carretera. En cualquier caso, la principal arma que todos tenemos a nuestro alcance para disfrutar de la bicicleta en un entorno más seguro es la prudencia, tanto por parte de los conductores como del propio ciclista. Aboguemos por ella.