Endura, sponsor oficial de ropa de competición de Movistar Team, no ceja en su empeño de explorar los recursos que la ciencia y la técnica disponen para buscar el mejor ajuste y aerodinámica en las prendas de ruta y buzos de contrarreloj de los telefónicos. Jim McFarlane, director de la firma escocesa, ofrece sus impresiones en mitad de la concentración del pasado mes de noviembre en Gorráiz, en la que se tomó una copia en tres dimensiones de Nairo Quintana, extremidades móviles incluidas, para mejorar el más minimo detalle de cara al Tour de Francia 2016.
Durante la mayor parte del año, los grandes equipos ciclistas se dividen en pequeñas unidades que compiten y viajan juntas, sin que haya, en muchos casos, contacto entre algunos de sus miembros casi en ningún momento de la temporada. La gran reunión de equipo a mediados de noviembre, a las afueras de Pamplona, es la única ocasión en que todo el grupo -corredores, ya sean veteranos o nuevas incorporaciones; staff a todos los niveles; incluso algunos de los sponsors- se encuentra, trabaja y define sus planes para el nuevo año en comunión.
Para Movistar Team, esta semana fue además una oportunidad muy especial: la de celebrar todos juntos la tercera victoria consecutiva en el UCI WorldTour, que les reconoce como el equipo más consistente del pelotón mundial.
Los viajes hasta Pamplona del grupo fueron de todo tipo: staff y sponsors llegaron la mayoría desde plazas europeas y los corredores alcanzaron Gorráiz procedentes de un lado y otro del Atlántico. Pero ningún traslado fue tan exigente como el que tuvo que asumir el director de Endura, Jim McFarlane. Desde Edimburgo, cerca de la sede central de la compañía, Jim no se dirigió a España. En su lugar, tomó un avión al norte de Alemania y alquiló una furgoneta en cuyo interior viajaba un escáner láser 3D, el cual tuvo que trasladar por carretera, conduciendo toda la noche, para cubrir a tiempo los 1500km que separaban norte y sur, tierras germanas y navarras.
En la mañana del día 10 -martes, segundo día de stage-, Jim se encontró al fin con todos sus compañeros y montó el escáner, una especie de vestuario portátil con apariencia más similar a una jaima que al verdadero compendio de tecnología punta contenido en su interior. Una vez listo, el staff de Endura procedió a escanear, uno por uno, a los veintisiete corredores que Movistar Team alineará el año que viene en las carreteras.
“Es la primera vez que utilizamos este escáner láser con el equipo”, señala Jim. “Nos permite obtener un modelo virtual de todos los corredores, que luego podemos aprovechar para trabajar y consultar datos durante toda la temporada. Hay que tener en cuenta que, una vez que arranca el calendario, juntarse con los ciclistas es muy complicado”.
“Nuestro software emplea los patrones en 2D que le suministramos de la ropa del equipo y los estira virtualmente para conseguir un ‘avatar’ 3D. Con la herramienta, y teniendo en cuenta los distintos tipos de fibras que usamos en la equipación en función de su capacidad de estiramiento, obtenemos de modo fiel los mapas de presión de dicha ropa sobre el cuerpo. Es como un mapa de calor, con la diferencia de que aquí visualizamos la intensidad del estiramiento, y aprovechamos esos datos para refinar cada corte de la confección de la ropa. Así, todos los corredores tienen modelos personalizados con los que se sentirán a gusto al correr”.
El último de los Movistar Team en pasar por el escáner fue el gran candidato al Tour de la escuadra telefónica, Nairo Quintana, a quien Jim y sus compañeros le tenían preparada una pequeña sorpresa.
“Era también la primera vez que Nairo pasaba por un escáner como este. La primera parte del proceso fue la misma que con los demás: tomar las medidas para la ropa en una postura natural, de pie, con unos determinados gestos. Pero después le pedimos que se subiera a la bici. No era la de crono, era la de ruta, pero lo que queríamos realmente es que Nairo se hiciese a la idea de pasar también ese escaneo sobre la bici, porque nuestra idea para el futuro, seguramente en la preparación para el Tour, es invitarlo a Alemania para que siga estas mismas pruebas pero sobre la bici de contrarreloj”.
Endura desarrolló durante las semanas previas a la concentración el protocolo de trabajo con el escáner gracias a la colaboración de uno de los grandes contrarrelojistas del equipo, el británico Alex Dowsett.
“El escáner da solución a dos problemas. Por un lado, suele haber inconvenientes para llevar físicamente a los propios corredores a un túnel del viento. Por el otro, hacerles pasar una jornada de tests supone fatiga física, cansancio por los viajes e inconsistencias, porque los corredores no pueden mantener un ritmo y postura 100% estables y seguir unos patrones rígidos de cara al análisis. Cuando estuvimos con Alex, creamos sobre la bici con él ese avatar 3D, o como lo llamamos nosotros, ’Scanatar’, para obtener un modelo que pudiésemos trasladar a un formato físico, con extremidades móviles que nos permitiesen poder llevar a cabo tests en el túnel durante mucho más tiempo y con la seguridad de que esa forma que estábamos estudiando era la propia de Alex”.
“Lo que hacemos es repetir ese proceso que hemos seguido con Alex para Nairo. Así podemos afinar la ropa que vista y mejorar su rendimiento. La idea, en definitiva, es tener un Nairo virtual y un Nairo físico, pero de fibra de carbono, y trabajar con ambos para que, llegado el momento de un día clave como la contrarreloj del Tour de Francia, sea más rápido”.
“La clave es conseguir que ese modelo 3D sea lo más ajustado posible a la realidad, en posición de carrera, para mejorar la eficiencia aerodinámica. Teniéndolo, las posibilidades son infinitas, sobre todo con la ventaja de contar con la ayuda de Simon Smart en el túnel del equipo Mercedes AMG Petronas de Fórmula 1 en Silverstone. Es una de nuestras obsesiones para el año que viene, y el apoyo por parte del equipo nos ha dado muchos ánimos para afrontar este reto que exige de un trabajo tan duro. Es una de las formas que tenemos para aportar una verdadera mejora al equipo: la aerodinámica es de las pocas cosas que se puede medir de modo más o menos exacto, en segundos”.
“Estamos en Noviembre, pero el Tour se te echa encima antes de que te des cuenta. Hasta julio nos queda poco tiempo y mucho por hacer”.
Con 54 kilómetros de crono en el Tour de 2016, cualquier mínimo detalle puede suponer la victoria o derrota de un gran líder. Por ello, Endura no se limita sólo a coordinar el diseño y fabricación de los buzos.
“Intento estar siempre sobre el terreno y en las Grandes Vueltas normalmente acudo el día antes de una crono importante. Hay que asegurarse no sólo de que toda la ropa ajusta bien, sino también de que todo el mundo sepa cómo colocársela, porque hay algunos puntos de la equipación en los que la textura tiene que estar dispuesta de un modo concreto para conseguir un resultado óptimo. Las mangas tienen que estar puestas como se debe, otras partes tampoco pueden colocarse de cualquier manera… son detalles, detalles a los que hay que prestar atención. Seguiré el resto de la carrera con mucho interés y con emoción… pero esos días de crono son donde jugamos un papel fundamental”.