Cambio de equipo, de escenarios competitivos, de rol sobre la carretera y de mentalidad. Casi un año después de su brutal caída en la tercera etapa del Tour de l’Aude francés, Eneritz Iturriaga inicia una nueva etapa en su carrera profesional con un equipo de su tierra, el Lointek de Emilio Ramos y Loli Sansano. La ciclista abadiñarra debuta de blanco y naranja este domingo en el 3º Omloop van het Hageland (UCI 1.2), sobre 123 kilómetros con cotas y pequeños tramos de pavé que serán el mejor banco de pruebas para la maltrecha clavícula de la vizcaína, cuyos músculos han pasado revisión este mismo jueves antes de partir hacia la contienda este fin de semana.
“Va a ser un lugar bastante complicado para debutar”, comenta Iturriaga. “Más que por el recorrido, que será el típico de las pruebas belgas, por la climatología. Por las fracturas que sufrí, me sigue afectando el frío y la lluvia y hay que ir con precaución. La gente lleva corriendo desde principios de febrero en Qatar y esta semana pasada hubo mucha pelea en el Het Nieuwsblad femenino, así que la carrera nos vendrá muy bien para coger mucho ritmo de competición”.
Una competición a la que Iturriaga confía en no haberle perdido el pulso definitivamente tras diez meses de inactividad: “La competición no se olvida; es como cuando montas por primera vez en bici. En mi caso son ya muchos años en competición y, aunque es cierto que noto algo de nerviosismo por cómo voy a reaccionar en carrera, confío en que podré estar a la altura”. A su lado, Mireia Epelde, Lucia González, Belén López y la francesa Emilia Blanquefort completan el bloque de cinco corredoras que abrirá la temporada internacional del equipo femenino de la Sociedad Ciclista Ugeraga.
Una singladura que la corredora vasca afronta sin objetivos prefijados, ni siquiera para esta primera cita: “No sé cómo plantearemos la carrera; en realidad, la concentración nos ha servido para ver cómo estamos cada una y conocernos mejor, y después las circunstancias pondrán a cada una en su sitio. Pero la idea preestablecida, lógicamente, es ir al ataque, o mejor dicho, al contraataque: no tenemos fuerza para salir a según qué movimientos, pero tenemos que hacer una buena base de entrenamiento y para eso habrá que esforzarse”.
El planteamiento en España, donde previsiblemente Iturriaga dará sus primeros pedales en competición en la cita del próximo sábado 12 en Sopelana, valedera para el Trofeo Euskaldun, es muy distinta. “Como ya dije cuando fiché por Lointek, la idea para las carreras españolas es aspirar a lo máximo. No es que se hable directamente de aspirar a la victoria como única opción, pero nuestra ambición, la del equipo y la de los sponsors es la de pelear por estar delante. Las pruebas extranjeras serán un poco diferentes: saldremos a hacerlo lo mejor posible y demostrar lo que valemos”, concluye
CARRETERA Final del calvario
Eneritz Iturriaga regresa en Bélgica

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