Alex Aranburu (1995, Astana-Premier Tech) afronta un 2021 ilusionante, con un calendario del máximo nivel ya que debutará en grandes carreras como Strade Bianche, Amstel Gold Race y el Tour de Francia. De momento, ha empezado con nota, rozando la victoria en su debut en el Tour de la Provence y con los mejores en el
Omloop Het Nieuwsblad, sexto.
Vaya calendario tiene por delante.
No me puedo quejar. Han pensado qué carreras me pueden venir bien, que pueda tener alguna oportunidad, y sé que en otras tendré que ayudar. Es de agradecer que piensen en mí. El año pasado, fue un año raro, si bien en las carreras que disputé fui competitivo. En muchas estuve en la pelea. Si seguimos en esa línea, tarde o temprano llegarán las victorias. Las carreras del WorldTour te dan otras piernas, otro ritmo, y eso se nota mucho. Por ejemplo, Provence este año no era WorldTour pero sí lo era; el nivel era muy alto, y en otras carreras de Francia pienso que va a ocurrir lo mismo. No son... pero son.
En sus primeras carreras ha disputado la victoria.
Tenía dudas porque terminamos tarde con la Vuelta y hemos comenzado un poco más tarde. Sabía que estaba bien, aunque no sabes en carrera cómo vas a encontrarte, y cómo van a estar los rivales. El año pasado, lo pasé muy mal en el Omloop, con frío, lluvia... Y este año esperaba al menos no sufrir tanto. No me dejé nada. Es para estar contento, sobre todo teniendo en cuenta que son las primeras carreras del año.
Y ahora, Strade, Tirreno y San Remo en Italia, y la Itzulia.
Tengo ganas de debutar en la Strade y en San Remo quiero estar ahí, después de ser séptimo el año pasado. Es una carrera complicada. El año pasado era la primera vez, iba sin presión, a aprender, y al final me encontré bien. Después de 300 kilómetros esprintar con gente como Sagan... Veremos este año. Iremos con más confianza, a intentar mejorar al menos. Después, está la Itzulia, la carrera de casa, y quiero estar en forma, y luego a la semana tengo la Amstel en la que también debutaré. Y en teoría, terminaría la primera parte antes de descansar, hacer altura, correr Suiza y Tour de Francia, otras dos carreras en las que debutaré. Espero aprovechar este calendario y enseñar de lo que soy capaz para mostrar mi agradecimiento al equipo.
Tener a los hermanos Izagirre tan cerca tiene que ser una ventaja
Con los Izagirre entreno casi todos los días en casa. Son un apoyo importante. Te quedas con los detalles y aprendes en cada entrenamiento. Y en carrera tenemos otro ambiente, en los viajes, son como amigos, y es más fácil y llevadero todo. También en carrera, cuando te piden algo, lo haces a gusto, y al revés. Es un punto muy a favor.
¿Espera conseguir el triunfo este 2021 y hacer algún podio en alguna clásica?
El objetivo siempre es ganar, aunque sea difícil. Yo creo que estamos haciendo las cosas bien y hemos empezado con buen pie. Y si seguimos esta línea ya llegarán las victorias, no sé si este año o el siguiente... aunque intentaremos que sea este año. Las clásicas que corro tienen mucho nombre, a todos nos gustan. Son especiales, tienen mucho peso, y sería muy bonito lograr un podio. Es complicado acertar en este tipo de
carreras y hay gente que tiene mucha experiencia. No hay que ir con miedo, sino ser valientes e intentar dar guerra.
¿Se considera un clasicómano?
No sé si clasicómano porque no soy un ciclista grande con peso. Normalmente, paso los puertos de no más de 15-20 minutos y soy rápido en grupos de 20-30, tengo opciones. Por eso las clásicas me vienen bien. Veremos con los años.
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