El equipo Lizarte deja atrás su mejor campaña con su actual denominación -diecinueve victorias y tres nuevos profesionales en 2013- y mira al 2014 con un plantel renovado y si cabe más joven. Manolo Azcona, director general de la formación navarra desde su nacimiento allá por 1993, plasma su visión acerca de la inminente temporada y del estado del ciclismo aficionado.
Parece que fue ayer cuando se celebraban los veinte años y veinte temporadas en ciclismo aficionado y ya está aquí la 22ª campaña de la Asociación Deportiva Galibier, que cumple veintiún años.
Llevo muchos años en esto y cuando comienzas una nueva temporada parece que se va a hacer larga pero cuando te das cuenta ya estás pensando en preparar la siguiente. Hay momentos en los que te cuesta volver a montar y definir todo pero en estos tres meses de parón que hemos tenido renuevas la ilusión con los nuevos chavales. Mientras la empresa Lizarte siga contenta con cómo le va en el ciclismo y animada a continuar, nosotros vamos a cumplir.
El bloque y los resultados cosechados en 2013 recordaron a aquellos potentísimos ACR, Sky Blue o Tegui...
Desde que arrancó el club en 1993 creo que todos los años hemos dado la talla pero la temporada pasada sí que nos salimos un poco de las previsiones que nosotros mismos teníamos y de la tendencia de las últimas campañas. Superamos con creces los diez o doce triunfos que podíamos esperar antes de echar a rodar y por número de victorias es cierto que recordó a algunos años de los primeros, en los que contábamos con plantillas muy potentes. También conseguimos destacar como uno de los mejores equipos nacionales como en esas etapas de ACR o Tegui.
La pasada campaña superó en números incluso al gran bienio de Andrey Amador ya en la época reciente...
Años como en los que tuvimos a Amador son distintos porque dependes más de un único corredor. En su época, Andrey era un porcentaje muy alto del equipo: ganaba muchas carreras y era uno de los gallos indiscutibles de la categoría. Junto a él estaban los Sanz, Atxa, Iraizoz o Pedrosa pero Amador era sin ninguna duda el jefe de filas por lo que íbamos a las mejores carreras prácticamente sólo pensando en él como caballo ganador. Sin embargo, en 2013 destacó todo el conjunto y en cada momento sobresalió un ciclista. En ese sentido, confío que en 2014 vamos a mantener esa línea y a contar también con un ramillete de hombres importantes.
El curso terminó con la alegría por el paso a profesionales de Higinio Fernández, Víctor Martín y Dayer Quintana. ¿Reconfortan más las victorias o que lleguen arriba varios corredores?
Es un cómputo general de las dos cosas. Hay temporadas que acabas la competición y ves que tienes gente que merece el sitio pero como hay muy pocos huecos arriba no pueden ser profesionales y es una espina que se te queda ahí. Por suerte, en 2013, aparte de la gran campaña realizada, al terminar logramos un premio que a nivel personal me da una satisfacción terrible. Llegar a profesionales es lo que lo que los chavales añoran y por lo que tanto pelean.
¿Cuál crees que puede ser el recorrido de los tres en la cúspide?
Ahora mismo es díficil saber hasta dónde pueden ir subiendo escalones. Los tres tienen aptitudes para ser buenos profesionales pero luego saber cuál de ellos puede ser el que mejor se adapte es complicado. A Martín le veo como un chico con mucho poder, Higinio es tremendamente regular todo el año y Dayer tiene mucho potencial, es muy joven.
Pese a ello, hubo más ciclistas del equipo que merecieron el salto. ¿Cómo se vive en amateurs la delicada situación reinante en profesionales?
Pasaron tres pero creo que teníamos siete u ocho hombres que demostraron que estaban listos para subir. La calidad de los Pedrero, Ramírez o Márquez, gente más que contrastada en aficionados, o incluso las cualidades y el desparpajo de Soler merecieron el salto pero estando la situación como está, sin apenas salidas ni equipos profesionales, nos tenemos que dar con un canto en los dientes. Este grupo de corredores liderará al equipo este 2014 con la intención de ganarse un puesto en la máxima categoría en 2015.
¿Cuál es el estado del ciclismo aficionado?
La situación es bastante complicada tanto en profesionales como en amateurs y juveniles. Estamos pasando una mala racha con una crisis que ha hecho mucho daño en el ciclismo. Equipos que desaparecen, organizadores que no encuentran cómo cuadrar presupuestos para seguir adelante con las carreras... este año me da un poco de miedo el tema de cómo puede quedar el calendario. Estos últimas temporadas ha habido pruebas que teníamos en mente hacer y que en el último momento se suspenden por no encontrar apoyo ecónomico así que hemos mirado a Francia, a donde seguramente volveremos esta temporada. Es importante que no se sigan destruyendo carreras.
Un ciclismo aficionado cada vez más centrado en sub-23 y élites de corta edad...
Desde mis inicios siempre he peleado porque el campo aficionado sea joven. Ver a élites de 29, 30 o más años compitiendo nunca me ha parecido que fuera algo bueno para la categoría, pero no tiene que ser ni una cosa ni la otra. Quizás ahora se está limitando excesivamente el calendario a élites de 23, 24 o 25 años, gente con mucha proyección y con posibilidades de ser profesionales que necesita probarse.
La plantilla de 2014 mantiene la línea de las últimas temporadas insistiendo aún más en los jóvenes, tanto entre los sub-23 como entre los élites.
Mi filosofía es tener equipos jóvenes y por otra parte, la limitación de edad hace que no tenga sentido contar con ocho o nueve élites porque no hay competición para todos. Por ello vamos a tener sólo cinco élites más Larrinaga; creo que son más que suficientes. El bloque sub-23 es bastante numeroso así que vamos a poder pelear todo el calendario sub-23, que es bastante extenso.
De un año para otro, los Antonio Pedrero, Santiago Ramírez o Rafael Márquez dejan de ser sub-23 y se convierten, junto a Aitor González, en los veteranos y caerá la responsabilidad sobre ellos.
Son chavales que ya llevan un tiempo con nosotros y pese a cambiar de categoría no dejan de tener 23 años. Ellos y Aitor son los que tienen que dar la talla en las citas más importantes y enseñar a los que vienen por detrás cómo se corre. Como sub-23 ya saben lo que es ganar en carreras élites así que conocen cuál es el nivel y no deben tener ningún problema para coger la responsabilidad.
¿Quiénes deben liderar al equipo en las pruebas reservadas a sub-23?
Tenemos varios corredores que vienen demostrando que hay que darles más galones. Soler viene empujando fuerte estos dos años con grandes escapadas, Arcas ha exhibido mucho oficio, Ezkieta en su primer año estuvo delante y se hizo rápido a amateurs, y Egoitz Fernández luchó por victorias en 2013. Luego tenemos una segunda línea bastante compacta y un grupo de neos a los que hay llevar paso a paso.
La apuesta por dar salida a un número notable de juveniles vuelve a ser clara. ¿Qué se espera de ellos?
A los chicos de primer año no nos gusta apretarles lo más mínimo y lo que queremos es que poco a poco se vayan haciendo a la categoría y vayan creciendo como ciclistas. Aficionados respecto a juveniles es otro peldaño y ver quién tiene calidad en sub-23 no es algo inmediato. Tengo esperanzas especialmente con cuatro o cinco de los que pasamos pero hay que ser pacientes con ellos.
También es decidida la apuesta por el ciclismo navarro.
Es otra de las señas de identidad de nuestro equipo. Somos navarros y nos debemos a lo que tenemos más cerca así que nos gusta cuidar a la cantera de casa. Tenemos claro que todos los años hay que dar cabida a los navarros que haga falta. Aquí lo que carecemos es de cantidad: antes en juveniles había pelotones de cien ciclistas y ahora salen cuarenta, y de la cantidad sale la calidad. De vez en cuando sigue saliendo algún hombre destacado pero faltan más corredores en categorías inferiores.
¿Qué objetivos se marca el equipo Lizarte para 2014?
Todos los años tenemos más o menos los mismos. Empezaremos con la Copa de España, a la que siempre vamos con intención de pelear por alguna victoria y hacerlo bien. Luego nos fijaremos en las vueltas que nos despiertan más interés: Navarra por ser la de casa, Bidasoa y Palencia. Y mientras tanto disputaremos el Euskaldun y el Lehendakari pensando en continuar lo logrado en 2013, aunque somos conscientes de que será difícil repetir lo que alcanzamos. Con acercarnos estaríamos satisfechos.