El embajador universal del movimiento de L’Eroica fue el gran protagonista de los festejos organizados en Cenicero con motivo de la cuarta edición de Eroica Hispania
Luciano Berruti, cuya última pedalada en vida tuvo lugar el pasado mes de agosto, ha vuelto a ser el gran protagonista de la celebración del ciclismo clásico que hemos vivido hoy en Cenicero. Los millares de entusiastas de este singular movimiento que se dieron hoy cita en la ciudad muy humanitaria coincidían en señalar que se les hacía muy extraño no ver a Luciano con su mítica bicicleta y su entrañable sonrisa paseando por las calles de Cenicero. Y es que Luciano no quiso perderse en vida ninguna de las 3 ediciones anteriores de Eroica Hispania. Según él mismo comentaba, “Eroica Hispania es la más ‘eroica’ de todas; tiene un recorrido, unos paisajes y una dureza única que es imposible que no la sientas y no la ames desde lo más profundo de tu corazón”.
El fundador de L’Eroica, Giancarlo Brocci, que como cada año no faltó a la cita del pregón desde el balcón del Ayuntamiento de Cenicero, no pudo evitar emocionarse al recordar a su inseparable amigo “Luciano personificaba mejor que nadie los valores y el sentimiento de L’Eroica allá por donde iba”. Y el momento más emotivo se produjo cuando Jazek, el hijo de Luciano quiso dar las gracias a todos los presentes por el cariño recibido y por las continuas muestras de afecto que ha ido recibiendo de personas de todo el mundo que recuerdan con añoranza y sentimiento la sincera sonrisa y la humilde forma de ser de su padre.
También estuvo presente Igor Astarloa, el embajador en esta cuarta edición de Eroica Hispania, que recordó sus exitosos tiempos como ciclista profesional y vaticinó una marcha muy emotiva y auténtica por los caminos y pueblos de La Rioja en la jornada de mañana. Igor tomará la salida del recorrido corto de 69 kilómetros y disfrutará pedaleando en su bicicleta clásica hasta llegar a la meta de Cenicero. Junto a él, casi un millar de apasionados del ciclismo clásico completarán su recorrido Eroico. A su llegada recibirán la medalla que les acredita como ‘finisher’, una medalla en la que Luciano estará presente. Porque en Eroica Hispania todos los que cruzan la meta reciben su medalla. Aquí no importa el tiempo que hagan ni el puesto que ocupen. Lo importante es que disfruten pedaleando en sus bicis de acero, que admiren los paisajes incomparables de La Rioja y degusten los productos gastronómicos de la tierra en sus genuinos avituallamientos. Y sí, también podrán tomarse una copita de buen vino de Rioja en alguna de sus paradas. Y es que como decía el gran Luciano, “no hay que perder la esencia del ciclismo como filosofía de vida. Hay que disfrutar del esfuerzo y de la recompensa que aporta la fatiga. Deleitarse compartiendo la experiencia vivida con los amigos que haces durante la marcha, paladeando un buen vino y con la sonrisa siempre presente.”
Quizás mañana más de uno sienta que ha visto a Luciano en la salida de Cenicero, o le note a su lado subiendo un camino de grava camino a Santo Domingo de la Calzada... y es que Luciano Berruti fue, es y será siempre la sonrisa eterna de Eroica Hispania.
