Éxito espectacular del Gran Fondo Ézaro, que va más allá del hecho de haber reunido en la línea de salida a 1.000 participantes, cifra que no tiene precedente en eventos de estas características para bicicleta de carretera en Galicia. El éxito radica en que se partía del objetivo nada fácil de crear un gran fondo en Galicia capaz de convertirse en un referente internacional, y se ha dado un paso decisivo, prácticamente sin vuelta atrás.
Óscar González y Delio Fernández cruzaron la meta en primera y segunda posición, después de recorrer 137,2 kms. La dura subida al Mirador do Ézaro acabó por seleccionar al selecto grupo de cabeza, una veintena de ciclistas, que llegó agrupado al pie del “Muro de los Muros”. Desde los primeros metros, Óscar González y Delio Fernández se destacaron para jugarse la honra del primer puesto. Ambos preparan la Vuelta a Portugal, su gran objetivo de la temporada. Miguel Induráin y Claudio Chiappucci cruzaron la meta cogidos de la mano, zanjando todas las “guerras” pasadas.
Óscar González cubrió el recorrido en 4-47-49; Delio Fernández empleó 3 segundos más. A continuación se clasificaron Francisco Javier Iglesias, a 1-11; Luis Calvo, a 1-33; y Jacobo Piñeiro, a 2-04.
En el cronometraje de los 1.850 metros de ascensión el mejor fue también Óscar González, con 8-39. Segundo, Delio Fernández, a 3 s., tercero Gustavo César Veloso, a 23 s.; cuarto, Alex Marque, a 24 s.; quinto, Francisco Javier Iglesias, a 1-09; y séptimo, Ezequiel Mosquera, a 2-01. Claudio Chiappucci empleó 13-45 y Miguel Induráin un segundo más.
El Gran Fondo Ézaro arrancó a las nueve y cuarto de la mañana lanzado por Miguel Induráin, Claudio Chiappucci, Álvaro Pino, Óscar Pereiro, Ezequiel Mosquera, José Iván Gutiérrez, David Blanco, Gustavo César Veloso, Alex Marque, Delio Fernández, Javier Guillén –director general de Unipublic-, Carlos Muñiz, presidente de la Federación Galega de Ciclismo, que también se enfundaron maillot y culotte.
Dieron la salida, José Manuel Pequeño, alcalde de Dumbría; Félix Porto, alcalde de Muxía, y …, en una mañana que amaneció nublada, pero que fue clareando a medida que avanzaron las horas.
En los primeros 30 kilómetros el pelotón rodó en marcha controlada hasta A Virxen da Barca (Muxía), donde se ubicaba el primer avituallamiento. Por Dumbría (Km. 55) rodaba en cabeza un grupo selecto de una treintena de ciclistas, con Induráin, Mosquera y Marque, entre otros, en cabeza. Chiappucci y el propio Delio Fernández o Gustavo César Veloso, rodaban más retrasados.
Se había realizado una primera selección, pero tampoco era significativa, porque en un pelotón tan numeroso, era muy difícil progresar sobre carreteas estrechas, aunque, en general, muy bien asfaltadas.
La subida a As Paxareiras realizó la selección de los mejores o de aquellos que habían puestos sus expectativas en mucho más que salir a cubrir una decorosa participación. Lo que el día anterior había definido Claudio Chiappucci como la adrenalina de la competición. El Mirador ya solo tuvo que encargarse de lo que tanto se dice en ciclismo: “poner a cada uno en su sitio”.
El ciclista llegado de más lejos fue el irlandés Rory Moore.